«El cuerpo femenino es el que ha parido a la humanidad, no el masculino y esto no es reconocido, ni celebrado. Las mujeres hemos sido violentadas, no somos personas, somos solo cuerpos desprovistos de voz, de deseos propios, de libertad. Resultado de esto es que la maternidad no tiene valor e incluso es castigada: la mujer joven se debe avergonzar, la mujer es la que tiene que tomar toda la responsabilidad, la que se tiene que sacrificar, a la que se le aísla, la que se tiene que avergonzar de dar de mamar en público, etc. Tetas eróticas sí, maternas no». Lucía Madriz
Obra cabecera: Imagen fija del vídeo/performance Melífera (2019) HDV, 1080. Duración: 9 min y 25 segundos de Lucía Madriz
Converso con la artista costarricense, Lucía Madriz (San José, 1973), sobre uno de los arquetipos que nos atraviesa cuando aterrizamos en el trabajo materno: la bruja, como constructo de todo lo que no debe ser el cuerpo que asume el trabajo de gestación y sostén.
Madriz es una mujer y artista centroamericana cuya trayectoria y práctica se erige como un referente de rigor, solidez, profundidad y coherencia. Teniendo un trabajo que ha rotado por Bienales internacionales y que forma parte de muchas colecciones que se cuentan como referentes. Nos invita también a reflexionar sobre esa lógica absurda que niega la maternidad, la vulnerabilidad de los cuerpos, la interdependencia y cuidado mutuo dentro de las dinámicas de la práctica artística y curatorial contemporánea.
Luisa- Lucía, por favor, cuéntame un poco por donde anda tu investigación sobre los arquetipos femeninos y qué relación existe con la maternidad.
Lucía- Mucho del concepto de mujer y su rol social viene definido por su capacidad de tener hijos. Aunque mi investigación no se centra en la maternidad propiamente, es imposible no tocar el tema cuando hablamos de la identidad de las mujeres.
Como artista visual me interesan los mitos, los símbolos y las imágenes porque definitivamente estas informaciones nos afectan a nivel subconsciente y en este sentido me apoyo en el concepto de Arquetipo (1) e Inconsciente Colectivo (2) del psicólogo Carl G. Jung.
Sentí la necesidad de “descubrir” uno de los arquetipos femeninos, quería saber quién era “la bruja”. Éste personaje oscuro de los cuentos para niños y si podríamos aprender algo de ella. Sobretodo me interesaba saber porqué insistir en que era mala y mujer.
Una de las funciones de la bruja en el cuento es informar a las niñas que clase de mujer no deben ser y lo que a una le espera si se comporta como tal. Ahora, esta información no solamente está en los pequeños sino que también está en nosotros (3).
El concepto de bruja se acuña en el S.XIII, aparece por primera vez como Bruxa (4). Es importante destacar que hechicera no es sinónimo de bruja. Aunque ambas hacen magia, la bruja es bruja porque ha hecho un pacto con el diablo. Y si hablamos del diablo estamos dentro de la mitología de la Iglesia Católica (5). En 1487 la Iglesia Católica mandó a imprimir 600 ejemplares del “manual demonológico Malleus maleficarum (expresión del latín que significa Martillo de las brujas), escrito por dos inquisidores dominicos, Heinrich Kramer y Jacob Sprenger” (2019, Bruja, Wikipedia), donde se definía qué era una bruja, sus ritos, sus actos maléficos y su relación con el diablo.
Esta definición tan concreta concentra en sí misma la misoginia de la iglesia o mejor aún, expresa todo aquello que es temido por el patriarcado. Entonces la bruja encarna todo aquello indeseable en una mujer y si hacemos la lista de los valores opuestos tenemos a la Virgen.
Bruja/Virgen
Vejez-Madurez, experiencia/Juventud, inocencia
Independencia, autosuficiencia/Dependencia, sumisión,la voluntad del Padre
Conocimiento, uso de la palabra escrita y oral/Ignorancia, silencio
Comunidad (Akelarres), los otros/Familia (El hogar), lazos de sangre
Ritos sexuales, activa sexualmente/Castidad, falta de deseo (de todo tipo de deseo)
Come niños, sin hijos, solterona/Madre, familia
Peligrosa/Salvación, refugio
Libre, vive en el bosque, afuera/Confinada al hogar, siempre “adentro”
También la Virgen, como la concebimos hoy, es una construcción de la Iglesia Católica.
En la Biblia, el texto de Isaías 7:14 se considera como la primera profecía sobre el nacimiento de Jesús y la primera vez en la que se refieren a María. Este texto fue escrito en hebreo y ahí se utiliza la palabra almah para describirla. Almah significa doncella, mujer joven, en edad para procrear (6). La palabra Bethulla si indica ausencia de experiencia sexual pero esta no fue utilizada. Estos textos eran parte de la Biblia Hebrea y toda ella fue traducida por judíos helenísticos al griego Koiné o helenístico. Esta traducción se conoce como la Septuaginta y aquí utilizan la palabra griega parthenos para traducir almah. Y esta palabra significaba “mujer joven” , no “virgen”, pero esta palabra cambió significado a través de los siglos (7).
El caso es que en los tiempos en que vivió María la definición del término como lo conocemos actualmente no existía.
Algunos aseguran que María tuvo otros hijos. Según el evangelio de Marcos 6:3 Jesús tenía hermanos y hermanas: “¿No es éste el carpintero, el hijo de María, y hermano de Jacobo, José, Judas y Simón? ¿No están sus hermanas aquí con nosotros? Y se escandalizaban a causa de Él”.
Según esta teoría la sexualidad de María histórica es normal, no está castrada ni reprimida. Dado que la religión sobrepasa la frontera de lo imaginario para convertirse en dogma y por ende en realidad para los muy y no tan creyentes, es necesario revisar estas figuras con ojo histórico y crítico. María es además el modelo de madre por excelencia y en un mundo con 2436 millones de personas que se reconocen como cristianos más los no creyentes que fueron educados dentro de estas sociedades cristianas, tenemos el problema de que este modelo de madre es el que nos informa sobre el tipo de maternidad que se espera de nosotras y aunque no estamos en la Edad Media el culto a la Virgen y a su rol siguen impregnando la imagen de la mujer ideal y destruyendo la sexualidad de las mujeres. (virginidad, sexo es malo, mujer pasiva, etc).
Recordemos que María no tiene carácter divino. María es humana y no puede hacer ningún milagro por sí sola , ella es solamente intercesora.
Dentro del cristianismo no existe una representación medianamente divina o poderosa de la mujer. Ni una Madre Universal, ni una Diosa Madre ni parecido.
Tan grave es la negación del cuerpo femenino, su sexualidad y fertilidad que en el mito de la creación en el libro de Génesis: Dios (masculino) engendra al “Hombre”. Entonces tenemos un hombre que “pare” a un hombre aunque nunca hemos visto que esto ocurra en ningún mamífero. En todos los animales -excepto el caballito de mar y otros ejemplos exóticos- la hembra es la que carga el embarazo o pone los huevos, es la que pare, la que da vida. El cuerpo femenino es el que ha parido a la humanidad, no el masculino y esto no es reconocido, ni celebrado. Las mujeres hemos sido violentadas, no somos personas, somos solo cuerpos desprovistos de voz, de deseos propios, de libertad. Resultado de esto es que la maternidad no tiene valor e incluso es castigada: la mujer joven se debe avergonzar, la mujer es la que tiene que tomar toda la responsabilidad, la que se tiene que sacrificar, a la que se le aísla, la que se tiene que avergonzar de dar de mamar en público, etc. Tetas eróticas sí, maternas no.
Es crucial ser críticos y trascender la fe si queremos crear arquetipos sanos que nos permitan interactuar con el mundo de una manera más justa, compartida y solidaria.
Los arquetipos “no son para nada peligros imaginarios, sino riesgos efectivos, de los cuales puede, en ciertos casos, depender el destino. El peligro principal es el de sucumbir al fascinante influjo de los arquetipos, peligro especialmente concreto si ‘no nos hacemos conscientes’ para nosotros mismos las imágenes arquetípicas» (Jung, C. citado en Galimberi, U., 2002). Diccionario de Psicología. Arquetipo, pág 113. Siglo Veintiuno Editores)
Entonces en mis obras busco restablecer lo divino, lo sagrado del ser mujer: su cuerpo, su psique, sus emociones, su creatividad, toda ella. Celebro cada célula y cada chispa de energía que me hace ser yo, cada día más, buscando y creando mejores arquetipos femeninos para mí y para cualquiera que los necesite.
Luisa- ¿Sientes que la maternidad es un asunto expulsado de las problemáticas de la práctica artística contemporánea?, ¿vendrá este desinterés por la patriarcalización de nuestro cuerpo al haber sido expropiado históricamente para responder a las demandas de capitalismo inicial y por eso no interesa la maternidad?, ¿no importa nada relacionado con la maternidad por su relación con la lógica neofascista de «lo-normal, lo-natural, lo-patriarcal»?
Lucía- A la madre se le aísla para no tener que oír los berridos de sus hijos. Solo el ir a misa es más represivo para un niño que ir a un museo de arte contemporáneo: silencio, no correr, no tocar, etc. Son lugares donde conversar está tácitamente prohibido. Son antifamilia y lo antifamilia es también antimadre.
Definitivamente el cruce entre maternidad y prácticas artísticas contemporáneas no constituye una preocupación en el mundo del arte (todos aquellos eventos como bienales y ferias, e instituciones privadas o públicas como museos y galerías que dependen del trabajo artístico para funcionar).
El mundo del arte desde sus inicios, al igual que muchos otros campo del quehacer humano, fue concebido por y para hombres. Y por ello las mujeres han tenido que dar una lucha para ser incluidas en la historia del arte, exposiciones, galerías, etc; con el agravante de que el mundo del arte es uno de los más explotadores que existe pues aunque promueven las obras, ellos no pagan por el servicio a los artistas. Actúan como si el artista no tuviera necesidades materiales que solventar, ni responsabilidades con su pareja o familia y le bastara el aire para sobrevivir. A menos que una venda una obra no hay dinero; las excepciones son estos “pagos simbólicos” que una debe ver con mucho agradecimiento y asombro.
El mundo del arte apenas está aprendiendo que debe mantener una cuota de igualdad de participación de hombres y mujeres. Es una gran paradoja que las personas con ideas más vanguardistas tengan que trabajar en un modelo tan arcaico como es el mundo del arte.
Muchas mujeres y hombres dejan de hacer arte porque necesitan un trabajo de medio o tiempo completo para pagar las cuentas y comer. Muchos artistas deciden no tener hijos, ni tener familia, debido a la inestabilidad económica; y de mis amigos artistas entre 35 a 45, la mayoría de Centroamérica, solamente conozco 6 mujeres con hijos y casi todos los hombres sin familia.
Ser artista y ser madre en muchas sociedades es ser esclava: Trabajar sin horarios, sin salarios, y según las condiciones del ente organizador. Por cierto que esto que escribo acá son temas que no se hablan, es puro tabú. La situación de explotación de los artistas y curadores es un tema de muy pero muy mal gusto.
Mientras en el mundo del arte sigamos fingiendo que todo es fantástico, que todos somos súper exitosos e independientes y solventes vamos a seguir sosteniendo el progresivo empobrecimiento de los artistas, los curadores y los museos, etc. De hecho tengo la sensación que entre más mujeres participan en el mundo del arte más se deprecian los salarios y menos recursos hay. Sería interesante saber la brecha salarial entre curadores y curadoras, entre directores y directoras de museo.
Luisa- ¿No crees que estamos en un momento de revisión profunda de las significaciones de todo lo relacionado con la reproducción social?
Lucía- No lo siento así. Siento que las madres estamos demasiado ocupadas, distraídas, enajenadas, cansadas y centradas en nuestra familia como para revisar junto a otras mujeres. Practicamos sororidad sólo con las amigas. Nos reunimos a hablar solo de niños. Siento que cada una da su batalla al interior de su casa y sus relaciones, algunas veces sí, otras no, sin saber que hacer, sin guía alguna y tratando de tapar el sol con un dedo. Siento que falta mucho mirarse al espejo y empezar a querer a la persona reflejada en él. Falta tomar responsabilidad sobre las decisiones que hemos tomado, perdonarnos y corregir el curso. Falta despertarse, pellizcarse y dejar de creer que las cosas pasan. Hay que hacer que las cosas pasen y esto es trabajo, más aún. Y es mucho trabajo con la pareja, con la persona con la que una convive el día a día y a la que queremos y al mismo tiempo tememos que nuestros reclamos sean demasiados y para rematar al Estado, a las compañías, al patriarcado en fin, le sigue sirviendo que sea así. Siento que tendríamos que luchar por acortar las horas de trabajo y tener más tiempo libre para que ambos, padre y madre se hagan cargo de sus hijos y puedan ver a sus amigos y juntos tal vez podamos imaginar otras formas de descentralizar la maternidad.
(1) “Para nuestros fines tal designación es pertinente y útil porque se dice que,por lo que se refiere a los contenidos del in-consciente colectivo, nos encontramos frente a tipos arcaicos o mejor dicho primigenios, es decir imágenes presentes desde tiempos re-motos. La expresión représentations colectives, que Lévy-Bruhl usa para designar las figuras simbólicas de las visiones primitivas del mundo, se podría emplear sin dificultad también para los contenidos inconscientes, ya que significan más o menos la misma cosa”(1934-1954: 4), página 113.
(2) «El inconsciente colectivo es una parte de la psique que se puede distinguir en términos de oposición, del inconsciente personal, por el hecho de que no debe su existencia, como éste a la experiencia personal. Mientras el inconsciente personal está formado esencialmente por contenidos que en un momento fueron conscientes pero que después desaparecieron de la conciencia porque fueron olvidados o reprimidos, los contenidos del inconsciente colectivo nunca estuvieron en la conciencia y por lo tanto nunca fueron adquiridos en el nivel individual, sino que deben su existencia exclusivamente a la herencia. El inconsciente personal consiste sobretodo en ‘complejos’; el contenido del inconsciente colectivo, en cambio, está formado esencialmente de ‘arquetipos’- (Inconsciente, página 600)
(3) La última vez que escuché de brujas fue en la visita a Brasil de la filósofa feminista Judith Butler*, donde no la quemaban a ella misma pero quemaron su foto y fue llamada bruja. Entonces vemos que la bruja no se queda solamente en el cuento. Más en http://corriendolavoz.com.ar/judith-butler-y-la-caza-de-brujas-en-brasil/
(4) Recuperado de https://es.wikipedia.org/wiki/Bruja
(5) Vale decir que la Iglesia Luterana también realizó caza de brujas.
(6) Es muy probable que el término se usara una vez que una niña entraba en la pubertad y tenía su primera menstruación.
(7) 19 April 2019. Isaiah 7:14, Wikipedia Recuperado de https://en.wikipedia.org/wiki/Isaiah_7:14#cite_note-ehrmanblog-1