From Lucía Madriz

“¿Somos conocedoras de las fuerzas vivas que empujan nuestros procesos vitales desde las profundidades inconscientes en búsqueda de los destinos más éticos y deseables? Suscrito al territorio sobre las fuerzas vivas y activas como potencia política, tramas curativas desde profundidades inconscientes y estrategias para salir de los extractivismos vitales normalizados” -impartido por Natalia Iguiñiz (Lima) y Luisa Fuentes Guaza (Madrid) para Facultad Bellas Artes Complutense.

El próximo jueves 2 de febrero, mano a mano, con la compañera de luchas materno-teórico-vitales, artista, docente y activista, Natalia Iguiñiz (muy recomendable el mini documental editado por el MNCARS sobre su práctica) impartiremos el Seminario 4, en formato virtual + presencial, que será retransmitido por Canal YouTube BBAA organizado por el Vicedecanato de Acción Cultural, Patrimonio y Participación dentro del programa ¿Podemos despatriarcalizar nuestra psique? Psico-abordajes feministas, prácticas artísticas y emancipaciones.

En este encuentro desarrollaremos el amor como fuerza política. Desmontando las lecturas normativas sobre el amor entendido como fuerza utilitarizada. Como fuerza expropiada. Como cadena de prolongación de obligatoriedades psico-afectivas. Como herramienta de transmisión del trauma consanguíneo (para continuar con la cultura del trauma que tanto interesa la macho-lío-patriarcal para tenernos embebidas en cortisol, como cuerpos reactivos). Como confusión para generar mano de obra emocional gratis al servicio de lo otro desde lógicas blanco-esclavistas, y desde aquí, entraremos en posibilitar nuevas articulaciones hidrofeministas (hidrofeminismo como territorio de trabajo) en las cuales aunaremos los postulados que proponen politizar todos los fluidos que atraviesan al cuerpo-viviente-tierra, como fuerzas y líquidos que posibilitan la continuidad de los procesos propios a todo lo vivo, en interdependencia con los fluidos, líquidos, aguas intracelulares, mocos, leches humanas y corrientes menstruales como fuerzas vivas responsables de la continuidad de la vida de nuestros cuerpos como animales humanos. Entrando en la obra Reclamo (2017) de Lucía Madriz a la cual le acompaña la cita La Tierra gira, los ríos corren, las plantas crecen. Hay un flujo que nos toca, nos atraviesa y sobrepasa. Junto a los trabajos de Laura Fong Prosper, tales como Mocus, blood, milk (2021) o Vida (2020) realizada en colaboración de la artista y activista medioambiental, Ela Spalding, y más sorpresas.

«El cuerpo femenino es el que ha parido a la humanidad, no el masculino y esto no es reconocido, ni celebrado. Las mujeres hemos sido violentadas, no somos personas, somos solo cuerpos desprovistos de voz, de deseos propios, de libertad. Resultado de esto es que la maternidad no tiene valor e incluso es castigada: la mujer joven se debe avergonzar, la mujer es la que tiene que tomar toda la responsabilidad, la que se tiene que sacrificar, a la que se le aísla, la que se tiene que avergonzar de dar de mamar en público, etc. Tetas eróticas sí, maternas no». Lucía Madriz

Converso con la artista costarricense, Lucía Madriz (San José, 1973), sobre uno de los arquetipos que nos atraviesa cuando aterrizamos en el trabajo materno: la bruja, como constructo de todo lo que no debe ser el cuerpo que asume el trabajo de gestación y sostén.

Madriz es una mujer y artista centroamericana cuya trayectoria y práctica se erige como un referente de rigor, solidez, profundidad y coherencia. Teniendo un trabajo que ha rotado por Bienales internacionales y que forma parte de muchas colecciones que se cuentan como referentes. Nos invita también a reflexionar sobre esa lógica absurda que niega la maternidad, la vulnerabilidad de los cuerpos, la interdependencia y cuidado mutuo dentro de las dinámicas de la práctica artística y curatorial contemporánea.