From De-construcción normatividad patriarcal

“En este sistema patriarcal no existe la maternidad, lo que existe son políticas de sometimiento y control de la reproducción humana. Porque si de condiciones hablamos, tenemos que cuestionar también la paternidad. Que prácticamente es una figura detenida en la del progenitor biológico y punto, existe por parte de los hombres la irresponsabilidad y abandono de sus hijos/as a escala mundial. La sociedad y el Estado sostienen y justifican a esos hombres padres irresponsables. Pero señala o castiga a aquellas mujeres que viven otras maternidades, o deciden abortar o deciden no ser madres finalmente” -Rosario Adrián (Mujeres Creando).

Converso con Rosario Adrián, feminista, pedagoga y mujer salvada por el feminismo de colectivo boliviano Mujeres Creando, de cual es parte. Se auto-sitúa como “La peor de todas”, y nos comparte su experiencia en la acción política, fuera de la lucha de “escritorio”, con el programa MI MAMÁ TRABAJA -un servicio sostenido con la autogestión y solidaridad. Hablamos en relación a la publicación, que nos ha convocado aquí Maternidad y soberanía sobre nuestro cuerpo (2011), en co-autoría con Helen Álvarez.

Ahondamos sobre el cuestionamiento político del mandato de la maternidad (como practica única blanqueadora/homogenizante) implantada como tarea irrenunciable para el cuerpo-histórico-mujer, ya que la expropiación de los úteros forma parte de la fundación y continuidad del pater-estado-nación-blanco-extractivista. La servidumbre instalada en lo reproductivo, sin que les tiemble el pulso a los que se enriquecen robando/acumulando a partir de la riqueza pisco-estructural y corpo-matérica (por aquello de que nos salgan entre las piernas las futuras fuerzas de trabajo) que generamos. Y sobre cómo, sólo, se pueden proyectar unos trabajos maternos desde la autonomía y corposoberanía reproductiva -no hay otra manera desde la que pensar lo reproductivo. Proyectando estrategias para desprendernos de las lógicas de abnegación, autocensura, sacrifico/autoexplotación y negación continua sobre el cuerpo madre como cuerpo deseante, fuera de las macho-exigencias-pater-centradas que colonizan nuestras profundidades inconscientes (y con las que estamos, día a día, negociando el propio proceso “expulsivo” del pater-interno-opresor que llevamos dentro, viendo las maneras de echarlo pa-fuera).

“Circunscribir la maternidad a la familia nuclear fundada sobre una relación sexoafectiva (a priori, heterosexual) me parece muy limitante y problemático porque supone fusionar y reforzar amor romántico y maternidad patriarcal” -June Fernández.

Converso con June Fernandez, periodista feminista, la cual acaba de cerrar un periodo vital de diez años como coordinadora de la valiosa Píkara Magazine – Periodismo con perspectiva feminista plataforma donde se han ido conjurando debates, pensamiento y movilización sobre todo lo que nos atraviesa a todos aquellas/aquelles que devenimos de opresiones diversas. Habla desde la riqueza interna que supone abrazar el puerperio siendo un cuerpo con un largo proceso desarticulación feminista y profundamente politizado. Actualmente forma parte de distintas iniciativas y redes sobre maternidades feministas, tales como, Maternidades bollo, y su práctica periodística ahonda en temas como la reproducción asistida, los permisos de nacimiento en parejas lesbianas o la violencia obstétrica, entre otros. Aquí podéis ampliar info.

Hablamos de heteropatercentrismo en las crianza, esencialismos a los que estar atentas, abandono público de los puerperio intensificado en el cuerpo gestante/sostenedor, la dimensión de los trabajos maternos y de cómo hay que dar visibilidad a modos de hacer las crianzas desde la responsabilidad psicoafectiva con organizaciones logístico-familiares no-normativas.

“Si encuentro que hay algo de esperanza en este mundo, es desde justamente las labores de cuidado –es decir, que no sólo puedo entender la maternidad en relación a la explotación y el patriarcado, y claro que el modelo Capitalista está sostenido por la invisibilización de esa labor como bien lo ha dicho Silvia Federici” -Gabriela Jauregui. “Cuando se nos pase el enfado y los falo-cuerpos entiendan y asuman su pérdida de poder/privilegio, podremos ir articulando un supuesto horizonte de equilibro entre cuerpos que asumen actividades humanas, no entre entre “padres” y “madres”, no entre “hombres” y “mujeres”, sino entre cuerpos que asumen su propia/genuina identidad de género, su propia/genuina práctica afectivo-sexual y desde ahí los Trabajos Maternos” -Luisa Fuentes Guaza.

Segunda parte de la conversación con la pensadora, escritora, poetisa y editora, Gabriela Jáuregui (Ciudad de México, 1979) la cual se incluye en el libro MM. Maternidades -edición y prólogo de Andrea Fuentes, textos de Gabriela Jáuregui, Clarisa Moura, Andrea Fuentes, Pilar Villela, Violeta Celis, Sara Schulz, Jazmina Barrera y Abril Castro (Caja de Cerillos Ediciones, México)-.

Su publicación, aquí, forma parte de las estrategias impulsadas por el Pulsador de Movilizaciones Internas sobre Trabajos Maternos (arrancado desde Futuridades Maternales y en desarrollo dentro del programa de Actividades Públicas del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de marzo a julio 2020) para ahondar/abrir y poner en circulación textos publicados sobre la dimensión política/filosófica/sociológica de la reproducción social y con ello ampliar las posibilidades críticas de tales actividades humanas (gestación/sostén y sostén).

“Habrá que preguntarse qué tanto las herramientas epistémicas han sido producidas o que tanto las entendemos desde ese mismo sistema (machocéntrico) (…) y si los lenguajes que necesitamos recuperar o reinventar tienen que provenir desde las más profunda oscuridad, cotidianidad, espiritualidad, búsqueda, insatisfacción, rabia, del amor inconmensurable, dolor, muerte, porque la vida es muerte, porque tenemos mujeres enterradas debajo (dice Gloria Anzaldúa) y en la violencia de ser mujeres madre, pasión, arrebato, duda, madres negras madres morenas madres blancas, que nos habita”. Andrea Fuentes Silva

Converso con escritora, poeta y editora, Andrea Fuentes Silva (México, 1973), directora de Caja de Cerillos -Escrituras desde el Aliento- la cual maneja la escritura como herramienta combativa a través de dispositivos artístico-literarios. Su práctica pivota entre la poesía, artes visuales, pensamiento, feminismo e invención de libros. En sus redes tiene como statement If you are going through hell, keep going (si estás atravesando un infierno, sigue adelante).

Fuentes Silva, nos propone pensar el cuidado con cuidado, politizar las maternidades o trabajos maternos, cuestionar el sometimiento a la maternidad por el poder que tiene y rearmar todo el andamiaje identitario de lo que históricamente se asocia a lo femenino, aquí señalado como cuerpo-comunidad-feminino, desde la condición de no ser madres ante todo y antes de todo: “Desmontar la maternidad como eje de la identidad femenina implica repensar la identidad femenina en términos amplios y complejos no sólo en función de la decisión elección de ser o no madres (fundamental) sino de nuestra permanente o no condición de madres, de decidir no ser madres ante todo o antes que todo, y esa deconstrucción es igualmente un asunto nodal para la recuperación de los saberes de nuestros cuerpos-ideas porque atraviesan el deseo, y es a partir del deseo y sus aspiraciones que un poderoso lenguaje libre y articulado desde la entraña corporal y conceptual puede ser construido”.

“Me parece que las tramas o los estratos, en código foucaultiano, donde se producen las subjetividades contemporáneas sobre la maternidad generan cuerpos románticos y biológicos y eso sigue reproduciendo un sistema de opresión brutal. Parte del trabajo quizá está en poder cuestionar estos relatos y dar paso a otras formas de cuerpo, quizá más vulnerables, más viscosos y tentaculares –como sugiere Haraway- pero mucho más abiertas buscar otro tipo de relaciones –con nuestros cuerpos, nuestros hijos, y con lo vivo en general”. Helena Chávez Mac Gregor

Converso con la investigadora del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México, docente, curadora y doctora, Helena Chávez Mac Gregor (México, 1979), cuya práctica se centra en pensar otros procesos de emancipación fuera del sujeto a partir de su reflexión, durante más de diez años, sobre la relación entre estética y política.

Chávez aborda la maternidad como nudo patriarcal, la dimensión del cuidado en su totalidad a partir de las necesidades de los cuerpos más allá de la gestación y sostén, la posibilidad de otras organizaciones de crianza desde cuerpos vulnerables que aceptan la vida de manera inherente a la interdependencia, los límites y violencias que ejerce el Estado sobre los cuerpos que gestan y/o sostienen y abre la puerta a la posibilidad, emancipadora, de llevar el trabajo reproductivo más allá de las coordenadas neoliberales de productividad pero siendo considerado como comienzo de una nueva tipología del concepto de trabajo, transformando todo aquello que toca la vida y los cuidados.

«La arquitectura como práctica hegemónica es patriarcal y ha despreciado la atención a las necesidades diversas de nuestros cuerpos, de nuestros tiempos, porque se ha creído ser un personaje universal, en unas personas abstractas para quienes se proyecta, sin embargo esta neutralidad es falsa, no puede existir porque cada persona está atravesada por múltiples circunstancias que nos hacen múltiples y diversos». Zaida Muxí

Converso con la arquitecta y responsable de un revelador movimiento de reflexión crítica sobre la despatriarcalización urgente de la práctica arquitectónica, Zaida Muxí (Buenos Aires, 1964), la cual recién publicó Mujeres, Casas y Ciudades. Más allá del umbral (dpr-barcelona, 2018) donde incorpora el trabajo casi invisible en los discursos oficiales de arquitectas, críticas y pensadoras tales como Jane Jacobs, Ada Louise Huxtable, Marina Waisman, Sibyl Moholy-Nagy o Jane Drew, entre otras.

Muxí muestra cómo el lugar crítico de pensadoras como, Sibyl Moholy-Nagy, fue invisibilizado dentro de las narrativas que vertebran la historia de la arquitectura contemporánea. Señalando como Sibyl “abogaba por estudiar la ciudad real tal cual funcionaba, y era extremadamente crítica hacia el alejamiento y desconocimiento que el “Movimiento Moderno” proponía respecto a la ciudad histórica. Para ella, la ciudad histórica tenía que ser estudiada, analizada y conocida para poder aprender de ella. En oposición al programa de planificación y construcción científica iniciado por Gropius en la Bauhaus y perpetuado por arquitectos modernos, como Mies, ella estaba convencida que la ciencia y la tecnología por si solas no podían construir una ciudad (…) Fue una crítica feroz del movimiento moderno, denominado ‘estilo internacional’ en EE. UU, oponiéndose a la banalización de la arquitectura en la mera copia formal y defendía una búsqueda más conceptual, enraizada en el lugar y en el momento” tal como explica Muxí de la autora de “Native Genius in Anonymous Architecture” (1957).

“Yo veo a mi alrededor a mujeres no madres que refuerzan a diario los roles de género tanto o más que las madres. Si una mujer no ha hecho un trabajo personal de deconstrucción de la normatividad patriarcal, da igual que sea madre o no, que sea o no una asalariada empoderada en lo laboral: estará posiblemente colaborando a la reproducción del orden patriarcal». Patricia Merino

Converso con la pensadora feminista, activista y teórica, Patricia Merino (Bilbao, 1961), autora de Maternidad, igualdad y fraternidad. Las madres como sujeto político en las sociedades poslaborales (Clave Intelectual, 2017) y fundadora de la plataforma de madres feministas PETRA para la ampliación de los permisos transferibles.

El trabajo de Merino nos abre un espacio revelador fuera de la práctica de pensamiento feminista hegemónico reconociendo el cuerpo materno como lugar devaluado, históricamente, y que continúa siéndolo bajo las lógicas de unas políticas que nos exigen ser-un-cuerpo-asalariado para poder tener legitimidad como cuerpo político. Olvidando la potencia, riqueza y valor en términos «productivos» de los cuerpos que asumen el trabajo reproductivo -gestación y sostén-.