Aquí podéis leer el texto publicado en El Salto Diario donde se analizan las condiciones en las que estamos asumiendo los cuidados propios a las crianzas o trabajos maternos o trabajos de sostén logístico/psicoemocional de cuerpos necesitados de los cuidados para su continuidad en lo vivo en un marco de bienestar o buen vivir durante su tránsito sobre el cuerpo viviente-naturaleza, planteando si, ¿no sabemos que quienes asumen los trabajos maternos en un 50% aproximadamente no tiene sueldo, no están asalariadxs, no reciben prestaciones?
¿Podríamos aprovechar la oportunidad que se abre ante este disloque social vírico para replantear un sistema de cuidados donde se asume la responsabilidad pública del Estado sobre los mismos para buscar equivalencias al valor de todo este trabajo no remunerado que hacen los cuerpos maternos? Para equilibrar el desajuste de ser un cuerpo mujer que asume un curro tan intenso, como es el trabajo materno, sin euros a cambio y en una condiciones logísticas/familiares confusas y dependientes.
¿Podríamos asignar un valor a los recursos invertidos, es decir, a la cantidad de horas de trabajo que se destinan en el desarrollo de los trabajos maternos y así poder estimar por costo de sustitución o por costo de oportunidad cual es el valor económico de toda esta cantidad ingente de horas trabajadas que asumen los cuerpos que cuidan?