From Cuerpo sostenedor como sujeto político

“Hablar de cuidados me parece que implica un conocimiento situado, si bien podemos compartir cosas con mujeres que viven en otros territorios, y aprender mucho de ellas, juntarnos nosotras acá quienes tenemos la experiencia en esta geografía, con estas calles y plazas, con estas formas de producción del espacio y lo político que implica, fue una manera de sembrar en estos lugares también una conexión más profunda con nosotras mismas y nuestras ancestras, y las vidas por venir” -Paulina Varas (Valparaíso, Chile).

Converso con Paulina Varas (Valparaíso, Chile) investigadora feminista en prácticas artísticas, académica en la Universidad Andrés Bello y receptora de un fondo I+D de la ANID/Fondecyt nº11201004 sobre “Arte, política y mujeres en Chile”. En esta conversación, comenzada en octubre del pasado año y atravesada por las psico-consecuencias que arrastramos a raíz de la sobre-explotación de nuestros cuerpos maternos en las coordenadas post-víricas, Varas, aborda el sostenimiento mutuo, la suavidad como estrategia, la importancia del cuidado situado en conexión con las ancestral y vidas por venir, los cuidados vitalistas y la nanopolítica como resistencia antipatriarcal.

Varas, a su vez, es impulsora de Crac Valparaiso -plataforma feminista aliada del ciclo de debates online Despatriarcalizar la faloarquitectura: hacia unas prácticas desde cuerpos que cuidan y cuerpos que necesitan ser cuidados que comenzamos el próximo 14 septiembre, y en el cual también participará respondiendo a la pregunta: ¿Podemos desarmar la normalización del metarrelato fálico en las prácticas arquitectónicas actuales, frenando así el abuso patriarcal que ha significado su uso como representación de la acumulación de capital, invisibilizando y constriñendo a los cuerpos que cuidan y cuerpos que necesitan ser cuidados (desprovistos de tal acumulación histórica)?

“En este sistema patriarcal no existe la maternidad, lo que existe son políticas de sometimiento y control de la reproducción humana. Porque si de condiciones hablamos, tenemos que cuestionar también la paternidad. Que prácticamente es una figura detenida en la del progenitor biológico y punto, existe por parte de los hombres la irresponsabilidad y abandono de sus hijos/as a escala mundial. La sociedad y el Estado sostienen y justifican a esos hombres padres irresponsables. Pero señala o castiga a aquellas mujeres que viven otras maternidades, o deciden abortar o deciden no ser madres finalmente” -Rosario Adrián (Mujeres Creando).

Converso con Rosario Adrián, feminista, pedagoga y mujer salvada por el feminismo de colectivo boliviano Mujeres Creando, de cual es parte. Se auto-sitúa como “La peor de todas”, y nos comparte su experiencia en la acción política, fuera de la lucha de “escritorio”, con el programa MI MAMÁ TRABAJA -un servicio sostenido con la autogestión y solidaridad. Hablamos en relación a la publicación, que nos ha convocado aquí Maternidad y soberanía sobre nuestro cuerpo (2011), en co-autoría con Helen Álvarez.

Ahondamos sobre el cuestionamiento político del mandato de la maternidad (como practica única blanqueadora/homogenizante) implantada como tarea irrenunciable para el cuerpo-histórico-mujer, ya que la expropiación de los úteros forma parte de la fundación y continuidad del pater-estado-nación-blanco-extractivista. La servidumbre instalada en lo reproductivo, sin que les tiemble el pulso a los que se enriquecen robando/acumulando a partir de la riqueza pisco-estructural y corpo-matérica (por aquello de que nos salgan entre las piernas las futuras fuerzas de trabajo) que generamos. Y sobre cómo, sólo, se pueden proyectar unos trabajos maternos desde la autonomía y corposoberanía reproductiva -no hay otra manera desde la que pensar lo reproductivo. Proyectando estrategias para desprendernos de las lógicas de abnegación, autocensura, sacrifico/autoexplotación y negación continua sobre el cuerpo madre como cuerpo deseante, fuera de las macho-exigencias-pater-centradas que colonizan nuestras profundidades inconscientes (y con las que estamos, día a día, negociando el propio proceso “expulsivo” del pater-interno-opresor que llevamos dentro, viendo las maneras de echarlo pa-fuera).

“El sincretismo de visiones y saberes son desde la cualidad cimarrona un ejercicio de valoración y libertad. Por ello un ‘feminismo coral’ que tenga en cuenta todas las voces, tiene la ardua misión de nombrar y reconocer a quienes cuidan desde su diversidad, su conocimiento, su práctica y su humanidad, entrelazando una red de significación y representación con la potencia de romper la cadena de explotación que pesa sobre muchas mujeres que migran sin el privilegio de la raza y la clase. Esa transferencia cultural o cimarronaje debe colectivizar, acuerpar y resignificar sí, pero también establecer límites claros y contundentes ante la violencia y el abuso que ejerce el patersistema y la sociedad sobre los cuerpos que cuidan” -Zarys Falcón.

Converso con Zarys Falcón, cantante y artista, cuya práctica dialoga entre mestizaje de saberes, artes y culturas que se cruzan en su cuerpo de mujer afromestiza y migrante, la cual será una de las invitadas, junto a la escritora, Gabriela Weiner, Blanca Torres (Asociación ACM112 acompañamiento en el proceso de morir) y la performer, Paloma Calle, del debate performático «Heridas o todo el acumulado psíquico que arrastran los cuerpos que cuidan», que llevaremos a cabo el próximo 13 noviembre 2021 a las 10h en Centro Huarte (Iruña) como parte del proyecto ¿Qué sostienen los Cuidados?, financiado por la plataforma europea Who Cares? Encuentro en el que ahondaremos en todas las cargas psíquicas de devaluación, pobreza y opresión que atraviesan a los cuerpos que cuidan y todo el sedimento psíquico que se arrastra de dolor vinculado a las prácticas extensas y diversas que confirman los cuidados. Indagar en los procesos de medicalización y patologización por parte del paterblanco-sistema-extractivista como respuesta ante su incapacidad (como negación sistémica) de reconocer y restaurar su abuso naturalizado -por siglos- sobre los cuerpos que asumen los cuidados. Entraremos en las secuelas del extractivismo sobre nuestros cuerpos abriendo las preguntas: ¿Cuales son tales heridas? ¿Qué cargas arrastran nuestros cuerpos? ¿Qué hacemos con tales cargas psíquicas? ¿Se puede poner el marcador a cero después del acumulado sociohistórico de abuso sobre los cuerpos que cuidan? ¿Cómo hacemos esto?.

Como cierre de este debate, Zarys Falcón, facilitará un ritual de cierre con público e invitadxs para la sanación de todo el acumulado de opresión y dolor psíquico que arrastran los cuerpos que cuidan desde prácticas de cimarronaje, para conectar con las redes telúricas que sanan nuestros cuerpos y los cuerpos que nos precedieron (ancestras). Catarsis desde feminismo no-blanco no-eurocéntrico para nombrar y curar la herida psíquica de los cuidados, donde el bullerengue se establecerá como un saber que conecta con las fuerzas del cuerpo viviente-naturaleza, y cómo la ha escogido a ella como heredera, manifestándose en su canto. También ahondamos en el cimarronaje de los cuidados, en los cuerpos migrantes como cuerpos epistémicos generadores de narrativas no-coloniales que a su vez desactivan la normalización de las violencias pertrechadas por el blanco-cuerpo-social desde supuestos buenísimos democráticos, y la conexión con otras capas de sabiduría-no-falo-hegemónica fuera de lógicas macho-dominantes donde política-espiritualidad-corporaliades se funden como estrategias de emancipación.

“No hay conciencia de la otredad, de los problemas fuera del mundo blanco, porque no se conocen, no hay educación ni difusión mediática clara sobre esto, por lo que toda persona que no tenga la inquietud o reflexione sobre estos privilegios históricos, continúa consumiendo cuerpos-sirvientes como algo totalmente normal y aceptable” -Efe Tapia.

Converso con Efe Tapia, escritora chilena residente en Australia transitoriamente, desde donde empuja su asunto vital propio como artista en formación. Reflexionando acerca de la migración y en cómo transformar la opresión en arte y resistencia. En Diario non Diario (2020) la pensadora trazar un recorrido poético sobre el proceso de viaje y auto-descubrimiento bajo la consigna «La revolución serán sensible, o no será».

Ahondamos en cómo el cuerpo-blanco perpetúa la lógica depredadora de disponer de las vidas de otros cuerpos y de reproducir condiciones no-vivibles que nos precipitan en nuevos escenarios -muy normalizados- de esclavitud contemporánea. Cómo toda esta alteración pandémica ha estado manejada para perseverar en las vidas que ostentan privilegio. Cómo los trabajos en el hogar -entendidos como todos aquellos que sostiene la logística doméstica para generar condiciones de bienestar- deben estar asumidos desde lógicas que no-posibiliten el robo las fuerza vitales y del desarrollo vital de otros cuerpos.

«Lo que emerge con fuerza, a pesar de las violencias y las injusticias, es un imaginario colectivo que reconoce la interdependencia y da valor a los cuidados de maternaje para preservar la vida humana y del planeta. Es muy fuerte la presencia de un entramado social que existe y “resiste” a los avatares del blanco-progreso intentando organizar modos de criar y cuidar desde lógicas comunitarias» -Candelaria Santillán Palmeiro.

Converso con Candelaria Santillán Palmeiro -psicomotricista feminista, madre de dos hijas, promotora de Igualdad y de Salud Corporal e integrante de Aupas (Asociación uniendo Psicomotricidad y Artes)- sobre
Maternar desde los feminismos. Entretejiendo experiencias y propuestas de cuidado colectivo impulsado entre compas de Argentina, España, México y Perú de la Red Kuyuy -red para la articulación de tejido feminista transterritorial.

Abordamos cómo dentro de las estructuras de pensamiento del sistema blanco-paterextractivista ha ido ganando terreno la lógica de no-responsabilizarte de las otras, de los tres, de lo otro. Donde hemos ido interiorizando un individualismo corrosivo desolador que forma parte del proceso de blanqueamiento de las crianzas, pero frente a este páramo, Santillán Palmeiro, plantea apoderarnos de la salud corporal, la potencia de las corpoexperiencias en las crianzas y la máxima de “valorar lo propio, potenciar lo común”.

«La lucha feminista está visibilizando la violencia sexual y el maltrato porque la violencia de los cuidados, que se carga sobre las mujeres, es también violencia sobre nuestros cuerpos. Nos deja exhaustas, agotadas, vacías y enfermas. La salida para mí es poner la energía en hacernos cargo de nuestras necesidades como adultas y dejar de lamentarnos» -María Llopis.

Converso con la performer, activista, pensadora, maestra y escritora, María Llopis, sobre su recién publicado libro La revolución de los cuidados (Txalaparta, 2021), como segunda etapa encuerpada de un proceso que comenzó con Maternidades subversivas (Txalaparta, 2015).

En este nuevo libro se piensa en diálogo con el hacer de muchas compañeras. Se “piensa con”. Abordando cómo enfocar la actividad humana de sostener a otros cuerpos -que necesitan nuestros cuidados para un desarrollo vivible en el planeta Tierra- desde estructuras psíquicas que posibiliten la no-reproducción de la violencia normalizada, el reconocimiento del auto-cuidado como lugar innegociable para cuidar en condiciones de bienestar o la potencia de superar lógicas de infantilización y victimismo.

“Circunscribir la maternidad a la familia nuclear fundada sobre una relación sexoafectiva (a priori, heterosexual) me parece muy limitante y problemático porque supone fusionar y reforzar amor romántico y maternidad patriarcal” -June Fernández.

Converso con June Fernandez, periodista feminista, la cual acaba de cerrar un periodo vital de diez años como coordinadora de la valiosa Píkara Magazine – Periodismo con perspectiva feminista plataforma donde se han ido conjurando debates, pensamiento y movilización sobre todo lo que nos atraviesa a todos aquellas/aquelles que devenimos de opresiones diversas. Habla desde la riqueza interna que supone abrazar el puerperio siendo un cuerpo con un largo proceso desarticulación feminista y profundamente politizado. Actualmente forma parte de distintas iniciativas y redes sobre maternidades feministas, tales como, Maternidades bollo, y su práctica periodística ahonda en temas como la reproducción asistida, los permisos de nacimiento en parejas lesbianas o la violencia obstétrica, entre otros. Aquí podéis ampliar info.

Hablamos de heteropatercentrismo en las crianza, esencialismos a los que estar atentas, abandono público de los puerperio intensificado en el cuerpo gestante/sostenedor, la dimensión de los trabajos maternos y de cómo hay que dar visibilidad a modos de hacer las crianzas desde la responsabilidad psicoafectiva con organizaciones logístico-familiares no-normativas.

“Con la actual crisis sanitaria nos encontramos frente a una importante oportunidad para continuar con la lucha antipatriarcal donde nuestros cuerpos maternos son relegados a la sumisión hogareña (…) el mismo sistema no quiere que esta situación cambie, y lo que ha hecho esta pandemia es más bien alargar y, de alguna manera, obstruir cualquier tipo de rebeldía (…) dejándonos, obviamente, con poco espacio y tiempo para reflexionar y poder retomar el diálogo de una manera consciente y sostenible” -Laura Fong Prosper

Converso con la artista visual y editora, Laura Fong Prosper (Ciudad de Panamá, 1978), residente en Berlín, desde donde asume el trabajo materno y trabajo profesional bajo estas nuevas coordenadas vitales víricas. Ahondamos en el estrechamiento de posibilidades y desarrollos vitales desde crianzas en contextos primermundistas intentando que esto no suponga tener que asumir una condición vital expropiatoria, muy conocida para nuestros cuerpos mujeres de manera histórica, o lo que es lo mismo, una neoesclavitud doméstica donde asumimos ser la mano-de-obra-encerrada-gratuita del machoestado para sostener los efectos de esta crisis sanitaria.

Fong Prosper en Mater (2020) narra las cargas que se va acumulando sobre nuestros cuerpos maternos durante el desarrollo de la crianza de nuestras criaturas a partir de la formalización visual del multitasking, lo hace de manera brillante, como retrato generacional de todxs lxs que asumimos los trabajos maternos. Revelando cómo se erige como práctica que demanda psicomatéricamente la totalidad del tiempo de trabajo sin posibilidad de remuneración, sin socialización ni distribución de tales cargas (como actividad humana, ahora, endurecida por el aislamiento). Además, en la obra en colaboración con ecóloga cultural panameña, Ela Spalding, Vida (2020) abordan las profundas implicaciones políticas en los cuerpos que necesitan ser cuidados y en los cuerpos que cuidan de las distintas maneras de hacer la práctica materna cotidiana.

¿Es legítimo que durante todo este tsunami vírico recaiga sobre el cuerpo materno toda la suma de trabajos que en la anterior rutina eran asumidos por un sistema público de fuerzas diversas que vertebran el complejo andamiaje que sostiene a las crianzas en condiciones de bienestar? Paloma Calle en el Ejercicio 1 de la Serie “Gravedad” (mayo, 2020) nos interpela a mirar todo lo que están asumiendo nuestros cuerpos como amortiguadores del patercapitalismo/falosistema.

Paloma Calle es performer, ama de casa, disidente sexual y cuerpo sostendor de dos criaturas. Abrió en 2018 una necesaria (y urgente) propuesta sobre Familias Heterodisidentes (no heterosexuales, madres solas, otras conformaciones familiares distintas a la monogamia, familias LGTBQ y quienes se sientan apeladas por este llamado) en Intermedie/Matadero Madrid.

Dos años después, Calle, presenta aquí el Ejercicio 1 de la serie “Gravedad” donde narra de manera visual la sobrecarga de trabajos sobre nuestros cuerpos que tiene como consecuencia directa un endurecimiento de las condiciones en la que se desarrollan las crianzas. Condiciones que ya eran de opresión y devaluación antes de esta emergencia fascista (como la llama, Sarah Babiker, en Nur y la utopía) .

«(…) Se mezclan aquí los argumentarios de larga tradición religiosa (que ya nos inculcaron perversamente eso de la sumisión, el sacrificio y la abnegación) con los machistas-leninistas, empeñados en sacar el tema del género (el femenino, claro) del discurso desigualitario de la lucha de clases. ¿Cómo, pensaban estos hombres –muchos padres de familia y muchos con la mujer en casa trabajando gratis- cómo pueden ir a parar los beneficios de la producción a las manos de los que en realidad no producen? Eso, eso mismo nos seguimos preguntando nosotras”. Lucía Barbudo

Converso con la brillante pensadora feminista, movilizadora del activismo en la Región de Murcia, escritora y traductora, Lucía Barbudo, que firma, también, como Lucy Sombra (Murcia, 1979) en el espacio de reflexión feminista Disidencias de género eldiario.es del que también es co-impulsora. Forma parte gestante de la Coordinadora Anti Represión Región de Murcia, del Bloque Feminista Murciano y colabora con CATS (Comité de apoyo a las Trabajadoras del Sexo).

Barbudo ahonda en los feminismos que se traman desde el Sur del Norte, desde otros territorios identitarios fuera de las lógicas de lo hegemónico. Nos revela como todos los trabajos hechos por mujeres o por cuerpos bajo el constructo cuerpo-comunidad-femenino son siempre trabajos devaluados e invisibles ya que se manejan desde la sutilidad de esas violencias simbólicas difíciles de visualizar, interpelándonos como generación a expulsar cualquier opresión que atraviese nuestros cuerpos que maternan.