From no-esencialista

“Circunscribir la maternidad a la familia nuclear fundada sobre una relación sexoafectiva (a priori, heterosexual) me parece muy limitante y problemático porque supone fusionar y reforzar amor romántico y maternidad patriarcal” -June Fernández.

Converso con June Fernandez, periodista feminista, la cual acaba de cerrar un periodo vital de diez años como coordinadora de la valiosa Píkara Magazine – Periodismo con perspectiva feminista plataforma donde se han ido conjurando debates, pensamiento y movilización sobre todo lo que nos atraviesa a todos aquellas/aquelles que devenimos de opresiones diversas. Habla desde la riqueza interna que supone abrazar el puerperio siendo un cuerpo con un largo proceso desarticulación feminista y profundamente politizado. Actualmente forma parte de distintas iniciativas y redes sobre maternidades feministas, tales como, Maternidades bollo, y su práctica periodística ahonda en temas como la reproducción asistida, los permisos de nacimiento en parejas lesbianas o la violencia obstétrica, entre otros. Aquí podéis ampliar info.

Hablamos de heteropatercentrismo en las crianza, esencialismos a los que estar atentas, abandono público de los puerperio intensificado en el cuerpo gestante/sostenedor, la dimensión de los trabajos maternos y de cómo hay que dar visibilidad a modos de hacer las crianzas desde la responsabilidad psicoafectiva con organizaciones logístico-familiares no-normativas.

«La idea de la maternidad como acceso a algo ‘primitivo’ dentro de nosotros es un problema (…) la experimentamos en el presente, medicada, socializada, no existe fuera de la modernidad, nosotros no existimos fuera de la modernidad. Si queremos acceso a algo fuera de la modernidad, lo vamos a tener que construir. Y lo que la maternidad nos puede dar es acceso epistémico a una serie de solidaridades y a una expansión de nuestra idea de lo que es ser humano. Pero hay que estar siempre atentos porque la maternidad también es la fuerza central de los movimientos de derecha, de los movimientos anti-feministas, de muchos movimientos racistas». Andrea Francke

Converso con la artista, Andrea Francke, responsable del proyecto Invisible spaces of parenthood: A collection of pragmatic propositions for a better future (2012) donde a partir de conversaciones y encuentros con madres/padres, maestras, responsable de escuelas infantiles y espacios para la primera infancia, se trazaban posibles modelos públicos de crianza desde la centralidad de las bionecesidades del sostén y donde esta actividad humana es considerada como proceso comunitario de responsabilidades distribuidas.

Francke habla del error de universalizar la maternidad o trabajo materno como práctica única, los peligros de su fetichización y mitologización, de cómo nos toca a nivel generacional ensanchar la solidaridad para que estén todos los cuerpos dentro del movimiento emancipador, sobre la maternidad como lugar deslegitimado desde donde activar la reflexión crítica dentro del asunto contemporáneo y su negación a tener que renunciar a pronunciarse desde ahí (como madre o cuerpo sostenedor) como sujeto político. También subraya la responsabilidad común de generar condiciones para que todas las voces construyan y reconocer como parte fundamental de los procesos de conceptualización del trabajo materno, la dimensión política/teórica de las trabajadoras domésticas o profesionales de los cuidados

“La cosa no consiste en renegar de la naturaleza para considerarse válidas en el ámbito racional, sino de impugnar la misma frontera impostada que en Occidente se ha querido erigir entre un ámbito y el otro, del mismo modo que nos cargamos las paredes que sacan la producción afuera y recluyen la reproducción en lo privado. Y en ese tirar abajo los límites, yo aspiraría a remezclar lo femenino y lo masculino hasta que dejen de existir como ámbitos de especialización”. Sarah Babiker

Converso con la juntaletras feminista y periodista de Elsaltodiario, Sara Babiker, sobre cómo manejar a nivel político el cuerpo que se ve atravesado por los procesos encarnados (aquí bioprocesos) propios a las actividades de gestación y sostén. Sobre la normativización exógena a la que se ve sometido lo reproductivo, en todas sus fases. Sobre el disciplinamiento del cuerpo y las actuales tensiones en la teoría crítica feminista con las maternidades.

¿En qué ayuda al feminismo o a cualquier proyecto de igualdad y emancipación negar esa dimensión de la existencia?, ¿de qué manera puede contribuir a construir sociedades mejores aseptizar procesos impregnados de sensibilidad, de cuerpo, de emocionalidad? -nos lanza Babiker.

“Las criaturas no necesitan un cuerpo, necesitan el cuerpo y la presencia de su madre. Decirlo ahora mismo es políticamente incorrecto. Creo que estudiar y comprender nuestra biología mamífera resulta liberador, al contrario de lo que piensan algunos feminismos. La biología está para ayudarnos, para que la reproducción y la crianza sean placenteras y saludables. Lo que hace el patriarcado es arrasar con esa biología y ese conocimiento, siembra la carencia y ahí ya tenemos el mercado creado”. Ibone Olza

Converso con Ibone Olza, psiquiatra infantil y perinatal, madre y activista. Una de las principales voces en España que reivindica la centralidad de las bionecesidades de las criaturas y de las madres (que aquí llamamos cuerpos gestantes y/o sostenedores dada nuestra propuesta o futurible por unas maternidades en contextos postidentitarios).

Su práctica tiene como horizonte generar unas verdaderas condiciones para la igualdad a partir del desarrollo sano/respetado de las actividades propias a la reproducción social. Autora de “Parir. El poder del parto” (2017), entre otras publicaciones.

Olza reclama, sin complejos, a partir de la evidencia científica -tan admirada en nuestro sistema eurocéntrico- la incorporación en los imaginarios feministas del cuerpo biológico, afirmación que genera verdadera repulsa en los feminismos hegemónicos españoles: feminismo de la igualdad y lesbofeminismo. Con ello incorporar a nivel político las bionecesidades de los cuerpos que llevan a cabo el trabajo de gestación y/o sostén.

“(…) hablar y vivir el cuerpo desde la agencia, es un reto, algo para lo que no hay palabras, no hay espacios, no hay palabras. Ese es el punto de partida habitual. Desconocimiento de, en este caso, ciclos menstruales y edad fértil, falta de espacios para conversar, libros que leer (no hablemos desde la educación formal). Desde muchos lugares del feminismo incluso, como no queremos cargar las tintas en el biologicismo y hemos pecado en algunos casos de exceso de constructivistas (así lo sentí yo al confrontarme con mi proceso), también hemos generado vacíos”. Silvia Nanclares

Converso con la escritora, editora, feminista y posibilitadora de contextos, Silvia Nanclares (Madrid, 1975), autora de la potente reflexión Quien quiere ser madre (Alfaguara, 2017) en la que indaga sobre el proceso en el que se sumerge un cuerpo impulsado por su deseo de sentirse atravesado por la gestación, como cuerpo gestante. Ahondando en los límites físicos, deseos y conflictos ante un sistema de normatividad de una infinitud física que nos niega como cuerpos temporales.

Además Nanclares es autora de los imprescindibles cuentos infantiles, Al final (2010), junto a Miguel Brieva, y La siesta (2000).

Hacia un feminismo bio-integrativo postidentitario o cómo desencializar las maternidades en los feminismos de la cuarta ola o feminismos antirraciales no-coloniales: primer ejercicio (1)

Actualmente nos encontramos con un territorio bastante conflictivo en la teoría crítica feminista en relación a la maternidad: ¿qué hacemos con los bio-procesos o procesos encarnados y bio-necesidades que atraviesan al cuerpo-gestante que decide de manera voluntaria llevar a cabo las actividades correspondientes a la reproducción social?; y también, de manera extensiva, plantear si estos bio-procesos podrían atravesar al cuerpo-sostenedor, el cual puede coincidir con ser cuerpo-gestante, o no, siendo éste quien asuma todas las actividades propias del sostén.

¿Estamos atravesando una transición paradigmática o cambio de paradigma sobre todo lo relacionado con el trabajo materno o reproducción social?, ¿estamos siendo parte de un proceso de dislocación del trabajo materno?

“La maternidad no existe, porque está restringida a lo biológico (concepción, embarazo, parto y crianza). Se le niega su dimensión humana, su proyección económica, política y social” Victoria Sau (El vacío de la maternidad, 1995).

A partir de la identificación de unas demandas generacionales que están atravesando nuestro sentir, Futuridades maternales propone la apertura de un debate crítico sobre la visibilidad, dignificación, re-significación y cuantificación del conjunto de actividades que configuran lo denominado como reproducción social o trabajo materno junto a las problemáticas que suscita en la teoría crítica feminista.