Converso con Carolina León, librera en Traficantes de sueños y escritora. Autora de la Trincheras permanentes. Intersecciones entre política y cuidados (2017), una reveladora reflexión sobre la incorporación de territorios denostados por las lógicas machocéntricas, tales como, la reproducción, la vida, los cuidados, los afectos junto a las condiciones y necesidades para el sostenimiento general de los cuerpos en constructos sacralizados como la política, la militancia, el activismo, la organización y la revolución.
León ahonda en cómo los cuerpos son utilizados a través de políticas que “parchean” para cumplir las demandas de lo productivo y sólo existen, como tales, bajo esas lógicas. Señala cómo las condiciones necesarias para el sostén son consideradas como subalternas, fuera de lo que tiene poder, cuando paradójicamente el valor viene de la vida, de los cuerpos, del cuidado, de los haceres, etc. Forzándonos a tener que asimilarnos en estructuras y sentires falocéntricos/masculinizados. “Hay un «universal» que no quiere saber nada de cuidados, de cuerpos, de fragilidad, de vulnerabilidad, de interdependencia. En estas, de verdad, sólo tenemos como compañeras a las feministas del sur global (que no pueden negarse), a las teóricas queer (Butler) y a las ecofeministas” comenta la autora.