From Politizar la maternidades o trabajos maternos

“¿Cómo seguir cumpliendo con estas labores de sostén y contención sin dejarse devorar en el intento? El trabajo materno es profundamente cronofágico, lo sabemos, sin embargo, la desaparición de estructuras externas de apoyo (sala cunas, colegios, actividades pre-escolares, red de ayuda familiar, etc.), producto de la crisis sanitaria, lo ha llevado a tal nivel de exacerbación que la “ambivalencia maternal” de la cual habla Rozsika Parker se ha convertido en un tema de supervivencia” -Sophie Halart.

Converso con la académica, Sophie Halart, profesora asistente del Instituto de Estética de la Pontificia Universidad Católica de Chile y PhD en Filosofía, Historia del Arte (2017) University College London (UCL) (Reino Unido), la cual investiga, actualmente, en la trama entre maternidad, materialidad en el arte contemporáneo chileno y feminismos. Además compañera en el proyecto, Sostener_encuentros para emancipar los trabajos maternos en colaboración con Carolina Castro, CCE Chile, Universidad Pontificia y Universidad Fines Terrae, que llevaremos a cabo el próximo mayo 2022 en Santiago de Chile.

Ahondamos en el canibalismo psico-afectivo materno, las cargas sobre el cuerpo-histórico que sostiene, el trabajo materno como una verdadera performance de funambulista que consiste también en quedarse con el problema y compartido por todxs para imaginar futuros de emancipación, de atención y de respeto mutuo, nutridos por nuestras existencias como seres interrelacionados y la maternidad como monstruosidad desde el falo-psicoanálisis, entre otros apuntes.

¿Qué nos impide nombrar, cuantificar y politizar al máximo todos los trabajos que se acumulan en los espacios domésticos durante esta excepcionalidad social que a su vez son asumidos por los cuerpos maternos/explotados? ¿Será que el poder sigue condicionado por la creencia del feminismo igualitario que dice que las nuevas luchas reproductivas se reducen al hecho de haber pasado de una mística de la feminidad a la mística de la maternidad unida a la lógica del paterfamilias del espacio doméstico como asunto privado librado a sí mismo?

Aquí podéis leer el texto publicado en http://www.lamarea.com Policitemos todos los trabajos que se acumulan en el espacio doméstico donde se plantea si, ¿todo este terremoto vírico manejado desde resortes totalitarios nos va a dar la oportunidad de entrar a politizar todos los trabajos que se acumulan en el espacio doméstico? ¿Cómo son asumidos, quienes los asumen, en qué condiciones?

Así poder desarrollar nuevas políticas de distribución del cuidado y nuevas infraestructuras públicas que respeten las necesidades y derechos fundamentales psicofísicos de los cuerpos “mujeres” madres o cuerpos gestantes/sostenedor y de sus criatura y, a su vez, de los cuerpos “mujeres” que asumen de manera externalizada el trabajo del hogar y de los cuidados.

“Habrá que preguntarse qué tanto las herramientas epistémicas han sido producidas o que tanto las entendemos desde ese mismo sistema (machocéntrico) (…) y si los lenguajes que necesitamos recuperar o reinventar tienen que provenir desde las más profunda oscuridad, cotidianidad, espiritualidad, búsqueda, insatisfacción, rabia, del amor inconmensurable, dolor, muerte, porque la vida es muerte, porque tenemos mujeres enterradas debajo (dice Gloria Anzaldúa) y en la violencia de ser mujeres madre, pasión, arrebato, duda, madres negras madres morenas madres blancas, que nos habita”. Andrea Fuentes Silva

Converso con escritora, poeta y editora, Andrea Fuentes Silva (México, 1973), directora de Caja de Cerillos -Escrituras desde el Aliento- la cual maneja la escritura como herramienta combativa a través de dispositivos artístico-literarios. Su práctica pivota entre la poesía, artes visuales, pensamiento, feminismo e invención de libros. En sus redes tiene como statement If you are going through hell, keep going (si estás atravesando un infierno, sigue adelante).

Fuentes Silva, nos propone pensar el cuidado con cuidado, politizar las maternidades o trabajos maternos, cuestionar el sometimiento a la maternidad por el poder que tiene y rearmar todo el andamiaje identitario de lo que históricamente se asocia a lo femenino, aquí señalado como cuerpo-comunidad-feminino, desde la condición de no ser madres ante todo y antes de todo: “Desmontar la maternidad como eje de la identidad femenina implica repensar la identidad femenina en términos amplios y complejos no sólo en función de la decisión elección de ser o no madres (fundamental) sino de nuestra permanente o no condición de madres, de decidir no ser madres ante todo o antes que todo, y esa deconstrucción es igualmente un asunto nodal para la recuperación de los saberes de nuestros cuerpos-ideas porque atraviesan el deseo, y es a partir del deseo y sus aspiraciones que un poderoso lenguaje libre y articulado desde la entraña corporal y conceptual puede ser construido”.