From Condición póstuma / Marina Garcés

“No computamos la huella medioambiental global del proceso y nos aprovechamos de los lugares deshabitados y deprimidos. Este modelo, que en palabras de Joaquín Araujo -elige la muerte- se repite en los trabajos maternos. Abusamos tanto de las mujeres que ostentan la tarea reproductora como la de cuidados, esta última asumida a menudo por migrantes en situación de vulnerabilidad. No es casualidad que lo hagamos igual con el territorio”-Miriam Tello (artista y activista cultural/medioambiental desde Soria)

Converso con la compañera, Miriam Tello, artista, docente en la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Soria, activista para la movilización cultural y medioambiental en @asociacionhacendera, amante del cuerpo viviente-paisaje soriano y madre feminista de dos niñxs. Nos encontramos gracias a las fuerzas emancipadoras que se confabularon en el programa Trabajos maternos desde cuerpos críticos que sostienen (septiembre/diciembre 2021) en Centro Huarte Arte Contemporáneo, gracias al empuje de la gestora cultural, Lara Molina. Dicho programa junto a los debate de What Care Sustains? nos permitieron poder continuar con la transición paradigmática sobre todo propio a los cuidados, y ahondar sobre las condiciones en las que asumimos el sostén de los cuerpos animales-humanos, cuerpo animales no-humanos y cuerpo-viviente-paisaje.

Tello aborda el extractivismo sobre los cuerpos que cuidan y sobre el territorio, la emergencia climática versus emergencia de expoliación sobre los cuidados, la medicalización cómo estrategia turbo-capitalista-productivista que enferma a los distintos cuerpos, y la inviabilidad cultural/medioambiental para la salud futura que implica la implementación de las macrogranjas sobre el territorio no-centroubranita.

«Igual que el neoliberalismo se testeó en Chile, el igualitarismo laboralista se testea en los países del Sur de Europa. Este igualitarismo, que nos quiere a todes produciendo y compitiendo en un mercado precario y sin soñar en demandar derechos que no emanen del empleo es el actual disfraz tras el que se esconde el patriarcapitalismo, el nuevo avatar del viejo patriarcado; un igualitarismo que como ya es evidente en los juicios por custodias, y en el supuesto derecho de los varones a reproducirse sin tener que entrar en relación con una mujer, hace ondear la bandera de la igualdad para mejor cosificar y explotar a las mujeres, y muy en especial a las madres» -Patricia Merino.

Segunda parte de la conversación con la pensadora feminista, activista y teórica, Patricia Merino (Bilbao, 1961), autora de Maternidad, igualdad y fraternidad. Las madres como sujeto político en las sociedades poslaborales (Clave Intelectual, 2017) y fundadora de la plataforma de madres feministas PETRA para la ampliación de los permisos transferibles.

El trabajo de Merino cuestiona el igualitarismo laboralista implementado en el Estado-Español por el Feminismo de la Igualdad, señalando el cuerpo materno como lugar devaluado, históricamente, y que continúa siéndolo bajo unas políticas que nos exigen ser cuerpos-asalariados para legitimarnos como cuerpos políticos (negando el valor matriz del trabajo materno). Olvidando la potencia, riqueza e indispensabilidad, en términos productivos, de los cuerpos que asumen los trabajos de gestación y sostén; activando la pregunta que lanzó Silvia Federici (página 169) en Reproducción en punto cero. Trabajo doméstico, reproducción y luchas feministas (Traficantes de sueños, 2018. Segunda edición. Disponible en PDF por Creative Commons): ¿Por qué Marx obvió el trabajo reproductivo de las mujeres de una manera tan persistente? ¿Por qué, por poner un ejemplo, no se preguntó qué procesos de transformación deben sufrir las materias primas implicadas en el proceso de reproducción de la fuerza de trabajo para que su valor sea transferido a sus productos (como sí hizo en el caso de otras mercancía)?