From cuidados y común

“Mi madre siempre había escrito diarios, pero para entonces llevaba bastante tiempo sin hacerlo. Se había dado cuenta de que había estado aplicando una sutil autocensura a todo lo escrito “un sustrato de pudor monjil limpiándolo todo, abrillantando hasta los huecos más profundos” y entonces había decidido dejar de escribir. Sin embargo, volver a enfermar y releer Los diarios del cáncer de Audre Lorde le hizo retomarlo” -extracto de un “Un globo y un diamante” (2022) por Mirari Echávarri sobre ¿Qué sostienen los cuidados? desde Iruña/Pamplona.

A continuación compartimos la actualizada edición de la pieza imagen-texto-epílogo Un globo y un diamante (2022) de Mirari Echávarri como post-corpoatravesamiento al potente y hermoso proceso colectivo que abrimos durante otoño-invierno 2021 en Centro Huarte Arte Contemporáneo, a partir de tres debates públicos bajo el título ¿Qué sostienen los cuidados?. Donde ahondamos en las (1) Riquezas o potencias psico-estructurales y matérico-corporales (2) Vivilidad o corpo-condiciones para una vida posible y (3) Heridas o todo el acumulado psíquico que arrastran los cuerpos que cuidan con las colegas y compañeras Irene Sotos, María Llopis, Erika Irusta, Irati Mogollón, Ana Enguita, Cristina Platero, Alexia Canto, Mary Juncay (Emakume Migratu Feministak Sociosanitarias), Sarah Babiker, Gabriela Wiener, Blanca Torres (Asociación ACM112 acompañamiento en el proceso de morir) y las performers, Paloma Calle y Zarys Falcon.

Un globo y un diamante (2022) de Mirari Echávarri forma parte de las publicaciones online generadas por el programa Who Cares? con el apoyo de Creative Europe Program of the European Union. Workshop: What Care Sustains? 11.09 + 23.10 + 13.11.2021

“Nunca obedezcas una norma cuyo sentido y finalidad no esté al servicio del cuidado. O nunca participes de una relación laboral /emocional / política en la que no te cuiden y en la que todas las personas no sean cuidadas. Somos porque nos cuidamos. Existimos porque nos cuidamos” -María Llopis.

Converso con María Llopis, performer, activista, pensadora y maestra. Autora de La revolución de los cuidados (Txalaparta, 2021), como segunda etapa encuerpada de un proceso que comenzó en Maternidades subversivas (Txalaparta, 2015), y que a su vez ya estaba siendo gestado de manera embrionaria en El postporno era eso (2010). Ahondamos en el territorio que abrimos como parte del primer debate del proyecto ¿Qué sostienen los Cuidados? titulado “Riquezas o potencias psico-estructurales y matérico-corporales”, el pasado 11 de septiembre en Centro Huarte Arte Contemporáneo (Iruña) con la financiación europea de Who Cares?

Indagamos en las diversas riquezas y potencias que son generadas por los cuerpos que asumen los cuidados. ¿Qué es la riqueza pisco-estructural? ¿Es el cuerpo el lugar de potencia logístico-matérica? ¿Dónde se acumulan y quién acumula tales riquezas imprescindibles para la continuidad de la vida? A partir de estas riquezas, ¿qué es lo que se construye? ¿qué sostienen tales prácticas, repeticiones y acciones sostenidas en el tiempo? Los cuerpos que asumen los Cuidados, ¿qué están sosteniendo a su vez al asumir tales prácticas? junto con las compañeras/invitadxs: Irene Sotos (activismo trabajo en el hogar externalizado desde Iruña), Erika Irusta (Yo menstruo. Un manifiesto – despatriarcalización del cuerpo menstruante desde la politización de cuerpo, materialidades, sangres que salen, procesos encuerpados que nos atraviesan) e Irati Mogollón (Gerontología feminista y cuidados comunitarios).

«La lucha feminista está visibilizando la violencia sexual y el maltrato porque la violencia de los cuidados, que se carga sobre las mujeres, es también violencia sobre nuestros cuerpos. Nos deja exhaustas, agotadas, vacías y enfermas. La salida para mí es poner la energía en hacernos cargo de nuestras necesidades como adultas y dejar de lamentarnos» -María Llopis.

Converso con la performer, activista, pensadora, maestra y escritora, María Llopis, sobre su recién publicado libro La revolución de los cuidados (Txalaparta, 2021), como segunda etapa encuerpada de un proceso que comenzó con Maternidades subversivas (Txalaparta, 2015).

En este nuevo libro se piensa en diálogo con el hacer de muchas compañeras. Se “piensa con”. Abordando cómo enfocar la actividad humana de sostener a otros cuerpos -que necesitan nuestros cuidados para un desarrollo vivible en el planeta Tierra- desde estructuras psíquicas que posibiliten la no-reproducción de la violencia normalizada, el reconocimiento del auto-cuidado como lugar innegociable para cuidar en condiciones de bienestar o la potencia de superar lógicas de infantilización y victimismo.

“Me parece que las tramas o los estratos, en código foucaultiano, donde se producen las subjetividades contemporáneas sobre la maternidad generan cuerpos románticos y biológicos y eso sigue reproduciendo un sistema de opresión brutal. Parte del trabajo quizá está en poder cuestionar estos relatos y dar paso a otras formas de cuerpo, quizá más vulnerables, más viscosos y tentaculares –como sugiere Haraway- pero mucho más abiertas buscar otro tipo de relaciones –con nuestros cuerpos, nuestros hijos, y con lo vivo en general”. Helena Chávez Mac Gregor

Converso con la investigadora del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México, docente, curadora y doctora, Helena Chávez Mac Gregor (México, 1979), cuya práctica se centra en pensar otros procesos de emancipación fuera del sujeto a partir de su reflexión, durante más de diez años, sobre la relación entre estética y política.

Chávez aborda la maternidad como nudo patriarcal, la dimensión del cuidado en su totalidad a partir de las necesidades de los cuerpos más allá de la gestación y sostén, la posibilidad de otras organizaciones de crianza desde cuerpos vulnerables que aceptan la vida de manera inherente a la interdependencia, los límites y violencias que ejerce el Estado sobre los cuerpos que gestan y/o sostienen y abre la puerta a la posibilidad, emancipadora, de llevar el trabajo reproductivo más allá de las coordenadas neoliberales de productividad pero siendo considerado como comienzo de una nueva tipología del concepto de trabajo, transformando todo aquello que toca la vida y los cuidados.

“Pienso que todos los cuerpos son lugares de aprendizaje. Cada experiencia vivida se graba en las células del cuerpo y se procesa de distintas maneras, no sólo en el cerebro. Vivimos en una sociedad que sobrevalora los procesos mentales y no tanto así aquellos físicos (…) Lo que sí creo definitivamente que toca reivindicar son las palabras utilizadas para describir los procesos que atraviesan las madres durante la gestación y sostén, ya que suelen ser descritos desde perspectivas des-empoderadoras”. Ela Spalding

Converso con Ela Spalding (Cuidad de Panamá, 1982), artista, productora cultural y consultora sobre estrategias para articular la relación entre humanas/naturaleza/cultura, sobre las transformaciones sobre su práctica artística una vez que su cuerpo ha sido atravesado por los procesos encarnados propios de la gestación y/o sostén. Ahondando, como residente en Berlín, en los beneficios del sistema público alemán de apoyo a la crianza que le ha permitido, y permite, poder transitar todas la actividades propias a la reproducción social desde un sostén vertebrado a nivel colectivo, a partir de políticas públicas, las cuales le han facilitado unos aprendizajes/saberes específicos y una vivencia de la gestación y/o sostén no violentada por la precariedad (hecho que sí sucede aquí en España: ser cuerpos violentados una vez que asumimos la gestación y/o sostén).

Spalding a partir de su plataforma Estudio nuboso propone un tipo de práctica artística responsable con la ecología, generando una propia lectura artivista (Arte+activismo) frente al cuerpo viviente que nos sostiene: el planeta Tierra. Miembra/fundadora del colectivo Archipel e.V. y curadora asociada del Centro de Arte Contemporáneo y el Mundo Natural CCANW.

«¿Cómo puede ser que en sociedades absolutamente monetizadas como son las nuestras, no haya dinero para sostener a las madres en esa tarea fundamental y gigantesca que la sociedad les encomienda (o solo lo haya en la medida en que construyan relaciones amorosas con otra persona, o que se lo peleen al padre biológico en los tribunales)?» Marta Malo

Converso con un cuerpo gestante y sostenedor que se erige como un faro entre las nieblas y estrecheces que todas atravesamos durante la crianza: Marta Malo.

Activista, investigadora militante, traductora, diosa vikinga pagana y gran hacedora de políticas personales que trascienden a lo público sobre cuidados, organizaciones no-normativas de crianza y sobre todo aquello que nos es común a todos los cuerpos para mantener unas condiciones dignas para poder estar, vivir y disfrutar de las potencialidades de sostener a otros cuerpos necesitados de esos cuidados para avanzar hacia una mejor versión de nosotras mismas.

Contra la lógica que da más importancia a manejar un cuadro de Excel que a gestionar la maternidad.

¿Cómo puede ser que el trabajo de vertebrar, sostener, alimentar, educar y cuidar a un ser humano necesitado de los afectos y cuidados para sobrevivir no esté dignificado a nivel social?

Lo curioso es el absurdo sistema de vigilancia que se establece entre las madres –o personas que ejercen el trabajo materno– dándole gravedad a cuestiones que no la tienen y aniquilando algo fundamental: vivir la crianza desde la alegría.

¿Tenemos normalizada la explotación del cuerpo materno como herramienta pública?, ¿cuerpo-materno como cuerpo-explotado?

Tras los automatismo que tenemos metidos en el tuétano por el eficiente sistema de disciplina social en el que estamos todos metidos y, fuertemente, las mujeres pensé: ¿cómo puede ser que si mi cuerpo está trabajando para alimentar a un ser humano que luego se va a convertir en una fuerza de trabajo para el sistema no tenga ayuda pública o no esté reconocido éste trabajo como tal con su correspondiente retribución?, ¿no somos tanto mi criatura, como yo, elementos constitutivos del sistema?