A continuación Sarah Babiker, Lucía Barbudo y la que escribe, compañeras de reflexión feminista y activismos teóricos sobre nuevas coordenadas de las luchas reproductivas, nos preguntamos sobre la pérdida de derechos, libertades y espacios sociales conquistados en los últimos años como apoyos al trabajo reproductivo -trabajo que el machosistema niega como lugar potencia económica- como consecuencia de esta gestión vírica totalizadora.
Donde los cuerpos que cuidan de menores a cargo han visto, hemos visto, intensificadas las cargas de trabajo sobre nuestros cuerpos y estamos asistiendo, perplejas, a la inexistencia de soluciones políticas que apoyen de manera efectiva a los trabajos maternos, como trabajos estructurales para la continuidad de este sistema desde la diversidad de las unidades familiares.