Os comparto la reflexión incluida en la bella publicación en papel sobre Dos garra que hacen un huevo (2022) de Ariadna Guiteras presentada en Dilalica (BCN) curada por Cati Bestard y Marta Sesé, en la que también aparecen, como parte de la trama de arranque, estas dos preguntas: ¿Podemos seguir, en el camino de la emancipación, escuchando nuestras fuerzas reproductivas? ¿Por qué las fuerzas reproductivas no son legítimas potencias políticas como fuerzas que perseveran en la búsqueda de los destinos más éticos desde la desarticulación identitaria?
Todo comenzó a partir de una conversación con Guiteras sobre cómo ha ido integrando toda la sacudida psico-física desplegada desde el comienzo de su proceso reproductivo, partiendo de ser un cuerpo que devenía de un día a día, donde ponía mucha energía-atencional en desmontar toda la matraca de las asignaciones de género, y siendo un cuerpo con una escucha descolonizada sobre sus propios deseos y fuerzas afectivo-sexuales.