From despatriarcalización del psicoanálisis

“¿Cómo seguir cumpliendo con estas labores de sostén y contención sin dejarse devorar en el intento? El trabajo materno es profundamente cronofágico, lo sabemos, sin embargo, la desaparición de estructuras externas de apoyo (sala cunas, colegios, actividades pre-escolares, red de ayuda familiar, etc.), producto de la crisis sanitaria, lo ha llevado a tal nivel de exacerbación que la “ambivalencia maternal” de la cual habla Rozsika Parker se ha convertido en un tema de supervivencia” -Sophie Halart.

Converso con la académica, Sophie Halart, profesora asistente del Instituto de Estética de la Pontificia Universidad Católica de Chile y PhD en Filosofía, Historia del Arte (2017) University College London (UCL) (Reino Unido), la cual investiga, actualmente, en la trama entre maternidad, materialidad en el arte contemporáneo chileno y feminismos. Además compañera en el proyecto, Sostener_encuentros para emancipar los trabajos maternos en colaboración con Carolina Castro, CCE Chile, Universidad Pontificia y Universidad Fines Terrae, que llevaremos a cabo el próximo mayo 2022 en Santiago de Chile.

Ahondamos en el canibalismo psico-afectivo materno, las cargas sobre el cuerpo-histórico que sostiene, el trabajo materno como una verdadera performance de funambulista que consiste también en quedarse con el problema y compartido por todxs para imaginar futuros de emancipación, de atención y de respeto mutuo, nutridos por nuestras existencias como seres interrelacionados y la maternidad como monstruosidad desde el falo-psicoanálisis, entre otros apuntes.

“Nos toca también hacer un cambio histórico en el sentido más puro del término (…) Un ejemplo, la famosa teoría freudiana de la envidia del pene de las niñas durante su desarrollo psicosexual y aquí intento no ser irónica: si lo pensamos bien, quizás en el fondo sucede lo inverso. Los hombres tienen pene, cierto, pero no pueden crear vida, y de ese deseo de creación, imposible para ellos, surge quizás una envidia a la mujer y de ahí todos estos discursos que hoy en día nos parecen misóginos” -Tatiana Lipkes.

Converso con mi comadre, Tatiana Lipkes (Ciudad de México, 1976), poeta, editora, traductora y co-fundadora de la editorial MaNgOs de HaChA. Autora de Todos los días son días de fiesta (2008), Repulsión (2011), Rojo de Cadmio (2017), y 13 (+8) Interviews with Contemporary Filmmakers (segunda edición, 2015).

Lipkes cuestiona el axioma occidental envidia del pene planteado por Freud, la devaluación de todos los trabajos que implican un proceso lento de cocción, el manejo de nuestros traumas como cuerpos gestantes/sostenedores y sobre la cineasta belga, Chantal Akerman, en relación a su último trabajo de traducción.

«Por un lado, tiene que ser una buena madre, ya que, según el psicoanálisis, de ella y de su forma de llevar adelante la maternidad dependen las posibilidades del hijo o hija de constituirse subjetivamente a la manera «normal», es decir, neurótica. Si algo en ella falla, el/la hijo/a puede estructurarse como psicótico/a, autista/a, débil mental, o peor aún, puede nacer sin desear vivir, corriendo riesgo su supervivencia». María Laura Giallorenzi

Conversación con la pensadora feminista, teórica para una maternidad emancipada y actual becaria doctoral en CONICET, Consejo Nacional Investigaciones Científicas y Técnicas, María Laura Giallorenzi (Chivilcoy, Buenos Aires, 1985).

Cuya investigación y escritura ahondan en el proceso de apuntamiento histórico del constructor social “buena-madre”, en las relaciones entre maternidad-trabajo-familia y sobre la transformación de significados relacionados con la crianza monoparental.