“¿Somos conocedoras de las fuerzas vivas que empujan nuestros procesos vitales desde las profundidades inconscientes en búsqueda de los destinos más éticos y deseables? Suscrito al territorio sobre las fuerzas vivas y activas como potencia política, tramas curativas desde profundidades inconscientes y estrategias para salir de los extractivismos vitales normalizados” -impartido por Natalia Iguiñiz (Lima) y Luisa Fuentes Guaza (Madrid) para Facultad Bellas Artes Complutense.
Obra cabecera: Dos garra que hacen un huevo (2022) de Ariadna Guiteras. Imagen correspondiente al detalle que conforma la instalación presentada en Dilalica (BCN) curada por Cati Bestard y Marta Sesé, donde encontramos una cuerda amarrada -como fuerza viva- que materializa nuevas articulaciones identitarias ante las crisis normativas que atraviesan a los cuerpos empujados por bio-procesos.
El próximo jueves 2 de febrero, mano a mano, con la compañera de luchas materno-teórico-vitales, artista, docente y activista, Natalia Iguiñiz (muy recomendable el mini documental editado por el MNCARS sobre su práctica) impartiremos el Seminario 4, en formato virtual + presencial, que será retransmitido por Canal YouTube BBAA organizado por el Vicedecanato de Acción Cultural, Patrimonio y Participación dentro del programa ¿Podemos despatriarcalizar nuestra psique? Psico-abordajes feministas, prácticas artísticas y emancipaciones.
En este encuentro desarrollaremos el amor como fuerza política. Desmontando las lecturas normativas sobre el amor entendido como fuerza utilitarizada. Como fuerza expropiada. Como cadena de prolongación de obligatoriedades psico-afectivas. Como herramienta de transmisión del trauma consanguíneo (para continuar con la cultura del trauma que tanto interesa la macho-lío-patriarcal para tenernos embebidas en cortisol, como cuerpos reactivos). Como confusión para generar mano de obra emocional gratis al servicio de lo otro desde lógicas blanco-esclavistas, y desde aquí, entraremos en posibilitar nuevas articulaciones hidrofeministas (hidrofeminismo como territorio de trabajo) en las cuales aunaremos los postulados que proponen politizar todos los fluidos que atraviesan al cuerpo-viviente-tierra, como fuerzas y líquidos que posibilitan la continuidad de los procesos propios a todo lo vivo, en interdependencia con los fluidos, líquidos, aguas intracelulares, mocos, leches humanas y corrientes menstruales como fuerzas vivas responsables de la continuidad de la vida de nuestros cuerpos como animales humanos. Entrando en la obra Reclamo (2017) de Lucía Madriz a la cual le acompaña la cita La Tierra gira, los ríos corren, las plantas crecen. Hay un flujo que nos toca, nos atraviesa y sobrepasa. Junto a los trabajos de Laura Fong Prosper, tales como Mocus, blood, milk (2021) o Vida (2020) realizada en colaboración de la artista y activista medioambiental, Ela Spalding, y más sorpresas.
Este Seminario 4 supone el cierre del hermoso ciclo que comenzamos en septiembre 2022 compuesto por cuatro seminarios.
Aquí los compartimos:
Seminario 1. ¿Podemos desmontar la interpretación pater-blanco-hegemónica, instalada en el pacto social, sobre qué significa el síntoma, enfermedad o patología? Suscrito al territorio sobre psico-abordajes no-normativos acerca del síntoma, enfermedad, patología y trastorno.
Seminario 2. ¿Cuales serían las psico-consecuencias del colonialismo interno responsable de la trama inconsciente que normaliza la desventaja política, psico-afectiva o matérico-logística sobre los cuerpos no sujetos a las exigencias macho-productivistas? Suscrito al territorio sobre colonialismo interno y psico-consecuencias.
Seminario 3. ¿Podemos desmontar los psico-residuos derivados del constructo histórico “envidia del pene” y sus fantasmas edípicos como trasfondo vertebrador de las lecturas hegemónicas de la psique? Suscrito al territorio sobre fantasmas edípicos, envidia del pene/envidia del útero, consensos implícitos en el pacto psico-falosocial y estructura normativa de interpretación de las falo-lecturas de la psique.
A continuación unas notas sobre los territorios en los que ahondaremos el próximo jueves:
Proponiendo una articulación de amor como fuerza y potencia fuera de las falacia de la incondicionalidad. Fuera de lo romántico. Sabiendo que siguen siendo maneras de seguir reproduciendo la disciplina social en la que se nos formatea desde todo el aparato/patraña desde la lógicas de culpa desplegadas por el macho-lío-patriarcal-blanco-esclavista. Disciplina social, falacia, que permite seguir con la normalización de entender nuestros cuerpo (no macho-adaptados) como lugares psico-afectivos disponibles, y condicionados por todo lo que pasa fuera de ellos. Llevándonos hacia la auto-destrucción, y asumiendo la negación del desarrollo de nuestro asunto-vital-propio (que lo tenemos, como despliegue complejo, donde se activan muchos intereses más allá de las exigencias y narraciones turbo-productivista).
Amar sin romantizar. Desplegar esos tentáculos invisibles hacia otros cuerpos donde aparece la profundidad emocional, donde el caudal de energía que corre atraviesa rocas, acantilados y a su vez genera fuerzas vivas por donde pasa. El amor como fuerza que permite remar, a la misma vez, permite que haya agua para remar. Lejos lo de romantizar, y más lejos todavía, del tufo falo-freudiano de lo patológico, de la desventaja irrefutable, de la neurosis. Donde el despliegue de los tentáculos de Haraway permite la profundidad de los vínculos -desde hay se posibilitan las condiciones vivibles psico-afectivas dignas.
Teniendo claro que la romantización nos exige buscar fuera lo que tenemos que desarrollar desde dentro. Habla de adaptar nuestros propios deseos (y expectativas) a unas estructuras externas de interpretación -que no son las nuestras. Habla de estar a disposición de lo ajeno para someternos. La romantización, como jaula normativa, como lugar de no-ser, como condición pre-política. Negando nuestro impulso de nombrado propio.
Al igual que la falacia de llamar amor al incondicional, al sufriente, a las exigencias consanguíneas, a la servidumbre afectivo-sexual, al encadenamiento en los deseos ajenos. Al amor como institución que refuerza las dependencias, como amortiguador psico-emocional de todos aquellos que no saben/no quieren auto-gestionarse/auto-proveerse. Amor como herramienta de disciplina social. Amor como matraca-matrimonial. Amor como fábrica de narrativas de culpa. Amor como despensa infinita hacia-lo-otro. Amor como lío que perpetúa lógicas de sacrificio. Amor como expropiación de las propias fuerzas. Amor como excusa para no sostener nuestro propios propósitos. Amor como herramienta de jerarquización familiar-consanguínea. Amor como mano de obra pisco-afectiva gratis. Amor como red de obligada-prolongación del trauma. Amor como moneda de cambio del derecho a la pertenencia al clan consanguíneo.
Nada de esto es amor, ni mucho menos amor como fuerza política que empuja desde nuestra profundidades inconscientes.
No nos referimos al amor con mitificaciones, ni esencialismos, ni como parte del new-age turbo-blanco-burgués encerrado en sus privilegios. Hablamos de un amor del que parte la potencia política de buscar los destinos más éticos desde coordenadas del inframundo, desde donde no hay nada, y desde donde se intenta que haya todo lo posible.
Se puede leer el texto completo publicado en El Salto Diario ¿De qué amor hablamos en las crianzas?
Revisando las respuesta planteadas por las académicas, curadoras e investigadoras: Marina Bettaglio (University of Victoria, Canadá), Olga Albarrán (The University of British Columbia, Canadá), Sophie Halart (Instituto de Estética de la Pontificia Universidad Católica, Chile), Helena Chávez (Instituto Investigaciones Estéticas UNAM México) y Alejandra Labastida (MUAC/UNAM México) sobre la pregunta ¿Podemos integrar las fuerzas reproductivas como fuerzas vitales emancipadoras no-esencialistas o fuerzas activas que perseveran en la vida buscando su destino más ético fuera del apropiacionismo histórico de las lógicas patercentristas conservadoras y fuera de la negación del blanco-feminismo-hegemónico-igualitarista, donde todo lo propio a la reproducción social se racionaliza/vertebra como problema a extirpar, en lugar de como actividad humana posibilitadora de la continuidad de lo vivo?
Pregunta que fue desarrollada en el Seminario 2 Fuerzas reproductivas como fuerzas emancipadoras realizado el 22 marzo 2022 dentro del proyecto Trabajos maternos: desmontando el macho-lío-patriarcal curado por la triada -Violeta Janeiro, Natalia Iguiñiz y Luisa Fuentes Guaza- y su vez alojado por el Centro Cultural de España en Santiago de Chile, Centro Cultural de España en Lima y Centro Cultural de España en La Paz.
¡Hasta el jueves!