Converso con la compañera, artista, mediadora artística y gestora cultural, Alma Rayén Molina Carvajal (Santiago, Chile, 1984). Co-fundadora, junto a Alejandra Ugarte Señoritaugarte, de Maldita Precaria – Mujeres Artistas Visuales (ahora en pausa): la cual fue una iniciativa clave en el contexto de movilización artistas-mujeres en Chile desde la pandemia (2020). Su despliegue profesional la llevó al Área de Públicos del Museo de la Solidaridad Salvador Allende, colectivo Danza La Manada (danza contemporánea desde La Serena, Chile) o la revista Mala Leche; en 2021 migra a Charlottesville (Virginia, EEUU) donde comienza un tránsito identitario y proceso de enraizamiento, a lo Gloria Anzanldúa (Borderland/La frontera. La nueva mestiza, 1987), el cual atraviesa sus prácticas maternas y lenguaje visual hacia nuevas articulaciones/expansiones e interrogantes.
Nuestro intercambio comenzó a partir de la siguiente conversación (abril, 2021) donde tanto Señoritaugarte como Alma Rayén señalaban de manera muy afinada: «Ha habido un cambio, un quiebre en la episteme y en el paradigma desde el estallido social hasta estos días apocalípticos-pandémicos, pero el colonialismo al igual que el covid, son “la” pandemia -el virus- y vivimos colonizadxs todo el tiempo, el tener conciencia de eso y tratar de evitarlo es un acto micropolítico que todxs deberíamos hacer, es el tiempo de expandir nuestras conciencias, politizar los afectos, la sociedad y la vida».


