Os compartimos esta conversación como espacio de apertura de procesos en marcha entrelazados–corpo–atravesados con la Colectiva Tierracíclica creada por Gisela Cortés e Itzel Aparicio –la cual pilota desde las artes vivas y performáticas.
Según la propia colectiva: “Nuestra práctica de rastreo consiste en hacernos preguntas, en un intento por tejer y deshacer el tejido de la memoria, por desmantelar problemáticas que se sitúan en prácticas coloniales-patriarcales-capitalísticas que rigen la vida. Nuestra práctica consiste en realizar piezas escénicas, performances, intervenciones, talleres, conferencias, piezas audiovisuales, de video performance y círculos de acompañamiento, los cuales son un intento constante por la recuperación de la escucha y la percepción de la sabiduría corporal y eco-etológica para el sostén y preservación de la vida, los procesos cíclicos (entre ellos los sexuales) de los cuerpos humanos y de los cuerpos no humanos”.





