From feminismo sur global

“Habitamos en una tensión y por momentos, contradicción, de descansar o activar en reuniones nocturnas, que es el tiempo que muchas veces disponemos. Una tensión porque deseamos una vida plena, un mundo habitable, reconocimiento de los trabajos no remunerados, de cuidados, de crianza y su socialización. Nuestra voz y experiencia es indelegable, pero a la vez es central que cruce las luchas feministas” -Comité de Maternidades CF8M de la Coordinadora Feminista 8 de Marzo (Chile).

Tras un proceso de ida y vuelta, os compartimos la siguiente conversación/entrevista (puerta de muchas puertas por abrir) con el Comité de Maternidades (el cual se define como un espacio sororo y cariñoso de encuentro político para todas maternidades) de la Coordinadora Feminista 8 de Marzo (Chile).

Intercambio facilitado por la compañera, Vania Acuña Peña, psicóloga feminista y miembra del Comité de Maternidades CF8M -desde aquí gracias, querida Vania, por generar un intercambio amable y generoso, entre nosotras, como posibilidad de futuros potentes, próximos y tiernos; también, gracias de corazón expandido, a Javi Mena y María Quiñelen, por hacer que las tramas feministas se vayan armando y nos puedan ir abrazando.

Recordando el documento visual de Somos históricas donde nuestras compañeras chilenas, desde la Coordinadora Feminista 8M, activaron una movilización -sin precedentes en Chile y en la historia de los movimientos feministas internacionales- en la cual convocaron a más de dos millones de cuerpos-mujeres y disidencias, en el espacio público de Santiago de Chile. Más de dos millones de mujeres e identidades diversas, que salieron a la calle. Movilización que para muchas/muches de nosotras, significó el comienzo de un nuevo simbólico feminista, un salto generacional. La constatación de un movimiento emancipatorio antirracista y anticolonial imparable -que ahora atraviesa un proceso de duelo social ante la derrota en las urnas del “Apruebo” en 2022.

Nuevo curso online “Las prácticas maternas como dislocadoras de la normatividad del pater-macho-mundo: hacia nuevos (propios) simbólicos, enunciaciones específicas y acciones posibilitadoras para vivenciar-vidas-vivibles (más allá de las maternidades) como reparación de nuestra herida-socio-histórica” en colaboración con Artistas Madres – Archivo colectivo de artistas madres desde Guadalajara (Jalisco, México) y MM Museo de las Mujeres Costa Rica desde San José.

El próximo martes 17 de septiembre comenzamos este nuevo curso online, donde ya contamos con la inscripción de participantes/compañeras desde México, Chile, Costa Rica, EEUU, Canadá y estado-Español. Compañeras que formaron parte de anteriores procesos/cursos, transitados como procesos de auto-indagación, en los cuales se van desplegando muchas posibilidades y horizontes comunes, como: Todo lo que no callaré o cómo desactivar la auto-censura>que asumimos como disciplina de jerarquización social para no ser expulsadxs del macho-mundo-pater-blanco-productivista (manejos del sentimiento de arraigo y pertenencia) en colaboración con Y.ES Contemporary (Y.ES es una iniciativa de la Fundación Robert S. Wennett y Mario Cader-Frech), Plataforma Catapulta (desde San Salvador, El Salvador) y MM Museo de las Mujeres de Costa Rica (desde San José).

“Actualmente, mi cuerpo materno, mi identidad como madre, ha ido reconstruyéndose a partir de este doloroso primer encuentro, sanando e integrando sus partes a través de mi práctica artística. Fue muy liberador y emancipador la frase de Andrea Liss «la maternidad se convierte en una performance duracional, una deriva situacionista como arte conceptual de post-investigación» ya que través de la experimentación estética de la maternidad adquiero otros niveles de conciencia y conocimiento de mi misma, al mismo tiempo que puedo jugar a transformarlos, y en los que también mis hijos son partícipes activos de esa creación” -Alma Rayén (La Serena, Chile/Charlottesville, EE.UU).

Converso con la compañera, artista, mediadora artística y gestora cultural, Alma Rayén Molina Carvajal (Santiago, Chile, 1984). Co-fundadora, junto a Alejandra Ugarte Señoritaugarte, de Maldita Precaria – Mujeres Artistas Visuales (ahora en pausa): la cual fue una iniciativa clave en el contexto de movilización artistas-mujeres en Chile desde la pandemia (2020). Su despliegue profesional la llevó al Área de Públicos del Museo de la Solidaridad Salvador Allende, colectivo Danza La Manada (danza contemporánea desde La Serena, Chile) o la revista Mala Leche; en 2021 migra a Charlottesville (Virginia, EEUU) donde comienza un tránsito identitario y proceso de enraizamiento, a lo Gloria Anzanldúa (Borderland/La frontera. La nueva mestiza, 1987), el cual atraviesa sus prácticas maternas y lenguaje visual hacia nuevas articulaciones/expansiones e interrogantes.

Nuestro intercambio comenzó a partir de la siguiente conversación (abril, 2021) donde tanto Señoritaugarte como Alma Rayén señalaban de manera muy afinada: «Ha habido un cambio, un quiebre en la episteme y en el paradigma desde el estallido social hasta estos días apocalípticos-pandémicos, pero el colonialismo al igual que el covid, son “la” pandemia -el virus- y vivimos colonizadxs todo el tiempo, el tener conciencia de eso y tratar de evitarlo es un acto micropolítico que todxs deberíamos hacer, es el tiempo de expandir nuestras conciencias, politizar los afectos, la sociedad y la vida».

Nuevo curso online: <Todo lo que no callaré> o cómo desactivar la <auto-censura> que asumimos como disciplina de jerarquización social para no ser expulsadxs del macho-mundo-pater-blanco-productivista (manejos del sentimiento de arraigo y pertenencia) -para el cual contamos con Y.ES Contemporary (Y.ES es una iniciativa de la Fundación Robert S. Wennett y Mario Cader-Frech), Catapulta (desde San Salvador, El Salvador) y MM Museo de las Mujeres de Costa Rica (desde San José) como plataformas aliadas.

El próximo jueves 6 de junio comenzaremos un nuevo curso online a partir del análisis de especulaciones críticas feministas, con especial atención a procesos y prácticas artísticas que desmantelan el silencio <hacia-nosotras-mismas/hacia-nosotres-mismes>.

Donde abordaremos cómo la autocensura es parte de una naturalización que ha asumido el cuerpo-histórico-mujer desde el comienzo de la sedimentación socio-histórica de los constructos identitarios binarios, con la división sexual del trabajo y con el encierro -dentro de las tinieblas del macho-lío-patriarcal– de todo lo que tiene que ver con prácticas asumidas para el sostén de la vida, de las otras, de lo otro, de lxs otrxs; con tragarnos el introyecto de negación epistémica y sistémica de todo el conocimiento que generan nuestros corpo-psico-procesos en diálogo con las tramas externas, con otras capas de información que nos atraviesan y con las fuerzas del cuerpo-viviente-Tierra.

Lo que significa que seguimos ancladas en un psico-socio-público-acumulado que ha cancelado toda posibilidad de socializarnos <hacia-nosotras-mismas/hacia-nosotres-mismes>.

¿Pueden las publicaciones en papel canalizar las fuerzas vivas que movilizan y empujan a los feminismos anticoloniales hacia el vislumbrado de condiciones de vida-vivibles junto a otras, con otrxs? Como respuesta analizamos tres experiencias que aúnan prácticas artísticas + feminismos + movimientos sociales (desde Lima, Ciudad de México y Río Janeiro) dentro del ciclo “Fuerzas vivas sobre papel, feminismos anticoloniales y movimientos sociales”.

Acabamos de comenzar este ciclo (presencial y gratuito) compuesto por tres encuentros presenciales para el análisis de publicaciones editadas en papel en las cuales se cristalizan narrativas emancipadoras que parten de la reflexión feminista desde ejes anticoloniales, movilización social e interlocución artístico-política alojado dentro del programa público de Biblioteca Facultad de Bellas Artes Universidad Complutense (Madrid). Aprovechamos para agradecerles, desde aquí, por su buen hacer y generosa gestión a Laura Bomati y Javier Pérez.

Ahondando en el contexto e impulso situado desde donde nacen. Quienes son lxs autorxs, desde donde se plantean. Feminismos implícitos antirracistas, anticoloniales, anticapacitistas.

¿Cómo tales planteamientos se van cristalizando dentro de cada libro? Acogiendo el “libro” como dispositivo despatriarcalizador o instrumento para la desarticulación feminista, como proceso continuo, que trasciende y desbordan los códigos normativos de las prácticas artísticas y sus circuitos, hacia configuraciones políticas que buscan posibilidades vitales (practicando la vivilidad) que den cuerpo a los derechos de todas las identidades devaluadas por este pater-macho-blanco-sistema.

Para participar de manera presencial aquí inscripciones.

“Si encuentro que hay algo de esperanza en este mundo, es desde justamente las labores de cuidado –es decir, que no sólo puedo entender la maternidad en relación a la explotación y el patriarcado, y claro que el modelo Capitalista está sostenido por la invisibilización de esa labor como bien lo ha dicho Silvia Federici” -Gabriela Jauregui. “Cuando se nos pase el enfado y los falo-cuerpos entiendan y asuman su pérdida de poder/privilegio, podremos ir articulando un supuesto horizonte de equilibro entre cuerpos que asumen actividades humanas, no entre entre “padres” y “madres”, no entre “hombres” y “mujeres”, sino entre cuerpos que asumen su propia/genuina identidad de género, su propia/genuina práctica afectivo-sexual y desde ahí los Trabajos Maternos” -Luisa Fuentes Guaza.

Segunda parte de la conversación con la pensadora, escritora, poetisa y editora, Gabriela Jáuregui (Ciudad de México, 1979) la cual se incluye en el libro MM. Maternidades -edición y prólogo de Andrea Fuentes, textos de Gabriela Jáuregui, Clarisa Moura, Andrea Fuentes, Pilar Villela, Violeta Celis, Sara Schulz, Jazmina Barrera y Abril Castro (Caja de Cerillos Ediciones, México)-.

Su publicación, aquí, forma parte de las estrategias impulsadas por el Pulsador de Movilizaciones Internas sobre Trabajos Maternos (arrancado desde Futuridades Maternales y en desarrollo dentro del programa de Actividades Públicas del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de marzo a julio 2020) para ahondar/abrir y poner en circulación textos publicados sobre la dimensión política/filosófica/sociológica de la reproducción social y con ello ampliar las posibilidades críticas de tales actividades humanas (gestación/sostén y sostén).

“Esta Orixá nos habla sobre las posibilidades de elegir nuestro cuerpo materno. El cuerpo de Aline (la facilitadora del encuentro) me dijo que yo también podía elegir (…) podría permitirme ser un baluarte de alegría que le transmite a mi hija su capacidad y ganas de vivir desde la ética de su propio cuerpo. Como si, de una u otra manera, la posibilidad de ser madre-cuerpo nos es ofrecida por una diosa al comienzo de todo. Este cuerpo de una Orixá me mostró un cuerpo emancipado que yo no conocía. La danza, las madres bailando y el Itã de Oyá. Esa fue para mi cuerpo la imagen viva de emancipación”. Camilla Rocha Campos

Converso con Camilla Rocha Campos, artista, investigadora, actualmente directora de CAPACETE International Residency Program en Río de Janeiro y compañera de activismos materno-vitales para imaginar nuevas formas de armar el vivir/sentir/comunitario. Su lenguaje habla de la potencia de la oralidad, de los cuerpos y de las experiencias de aprendizaje grupal.

Rocha Campos nos propone abrirnos a epistemologías pirateadas frente a las creencias eurocentradas, vivir el cuerpo como lugar de resistencia atravesado por la complejidad socio-político-cosmo-espiritual-ancenstral y rescatar la potencia en cualquier Orixá.

“Creo cada vez más en un doble movimiento: tener una sociedad más maternante, más tribu y más cuidadora, por un lado; que a su vez nos permita más identidad individual des-generizada, más conectada con el corazón y menos con los mandatos, por el otro lado. Esto lo podemos lograr con mujeres que, en principio, se niegan a renunciar a nada. Pero también necesitamos una alianza clave: aquella con hombres que abrazan masculinidades plurales, más libres, transgresoras, audaces, en particular, en su conexión con los cuidados, con lo suave, con la intimidad, la piel, los deseos de las demás personas”. Juliana Martínez Franzoni

Converso con Juliana Martínez Franzoni, catedrática de la Universidad de Costa Rica, investigadora sobre regímenes de bienestar y de política social, sus procesos de formación/implicaciones para la desigualdad socioeconómica y de género, incluyendo la reorganización de los cuidados en América Latina. Activista y alumna de sus hijas. Co-autora junto con Diego Sánchez-Ancochea (University of Oxford) The Quest for Universal Social Policy: Actors, Ideas and Architectures (Cambridgde University Press, 2016).

Martínez Franzoni ahonda en la necesidad de cuerpos que no renuncian a nada y que abrazan la posibilidad de sostén/realización profesional/emancipación desde la cercanía de las pieles. Señala la falacia de querer eliminar el cuidado de nuestras vidas siendo profundamente interdependientes, planteando el reconocimiento del trabajo de sostenimiento de la vida como pieza fundamental en la actividad público/política, la necesidad de reorganizar el régimen de los cuidados y la urgencia para desmontar la brecha salarial junto a la lógica de tener que cuidar al hombre-adulto como cuerpo-demandante per se por encima de la bionecesidades del cuidado a las criaturas o ancianos o cuerpos dependientes (práctica totalmente normalizada en el falosistema que nos envuelve).

«La destrucción de la amazonía nos obliga a pensarnos como humanidad planetaria, reconocer la dependencia de unos y unas de los otros y otras, a la vez que con la naturaleza. Los ecosistemas están ontológicamente vinculados, así como también lo estamos nosotros como seres vivos. En este sentido, me aventuro a plantear que quizás pensarnos más desde “lo reproductivo” y menos desde “lo productivo”, nos podría dar luces de dónde poner el foco para imaginarnos diferentes y alejarnos de las divisiones del furioso capitalismo patriarcal». Camila Barreau Daly

Converso con la arquitecta feminista, activista, pensadora y defensora de la práctica de construcción vernácula, Camila Barreau Daly. Bajo su impulso se ha gestado la plataforma crianzaenlaciudad la cual le sirve de laboratorio para su investigación Criar en Santiago: atmósferas afectivas y estrategias espaciales, lo cual compagina con ser socia del estudio Verde Azúl el cual repara viviendas sociales desde hace 10 años.

Barreau aborda cómo la arquitectura debe abandonar la monumentalidad, la falo-espectacularización, para convertirse en una herramienta facilitadora de cuidar a los cuerpos, tornarse en una herramienta que genere un impacto profundo en las condiciones espaciales de una vida que transita los espacios. Defiende una práctica que vuelva a la centralidad de lo vivo.

“La maternidad es un territorio de disputa que, en determinados discursos, es muy fácil que se deslice hacia el «ensalzamiento de una esencia». Mientras que el patriarcado lo naturaliza en los cuerpos y lo invisibiliza como factor de riqueza social para seguir usufructando de ello, cierto feminismo, quizá el más hegemónico, lo invisibiliza de otro modo. Digamos de forma un tanto simple, es la batalla entre el feminismo de la igualdad y el feminismo de la diferencia, aunque a mí el debate me parece bastante más complejo que todo eso”. Carolina León

Converso con Carolina León, librera en Traficantes de sueños y escritora. Autora de la Trincheras permanentes. Intersecciones entre política y cuidados (2017), una reveladora reflexión sobre la incorporación de territorios denostados por las lógicas machocéntricas, tales como, la reproducción, la vida, los cuidados, los afectos junto a las condiciones y necesidades para el sostenimiento general de los cuerpos en constructos sacralizados como la política, la militancia, el activismo, la organización y la revolución.

León ahonda en cómo los cuerpos son utilizados a través de políticas que “parchean” para cumplir las demandas de lo productivo y sólo existen, como tales, bajo esas lógicas. Señala cómo las condiciones necesarias para el sostén son consideradas como subalternas, fuera de lo que tiene poder, cuando paradójicamente el valor viene de la vida, de los cuerpos, del cuidado, de los haceres, etc. Forzándonos a tener que asimilarnos en estructuras y sentires falocéntricos/masculinizados. “Hay un «universal» que no quiere saber nada de cuidados, de cuerpos, de fragilidad, de vulnerabilidad, de interdependencia. En estas, de verdad, sólo tenemos como compañeras a las feministas del sur global (que no pueden negarse), a las teóricas queer (Butler) y a las ecofeministas” comenta la autora.