From maternidad-cuerpo

“Este proceso me arrebató absolutamente todo. Ha demandado todo y me he reconfigurado. Me morí y volví a nacer también. Siempre digo que convertirme en madre ha sido la experiencia más transformadora de mi vida. Una ventana, una oportunidad para auto-examinarme, verme, sanar y honrarme; porque quiero honrar a mi hija. Ella es mi más grande maestra porque a través de ella he aprendido que su primer lugar seguro soy yo, que si para mí es vital que ella use su voz, tengo yo que usar la mía. Si quiero que ponga límites, tengo yo que ponerlos” -Abigail Reyes (El Salvador).

A continuación os compartimos una conversación con una de las artistas clave de la actual escena artística salvadoreña: Abigail Reyes (San Salvador, 1984). Cuya práctica arranca en la poesía, en el uso del lenguaje que coge cuerpo como cincelado escultórico o lenguaje como activador de espacios. Lenguaje que agarra la fuerza necesaria para que nos encontremos con la potencia emancipadora propia del lenguaje específico como herramienta desarmarizadora. Como derecho que tenemos que poner en práctica (desde la responsabilidad colectiva) o como territorio del que hemos sido expulsadas: aquel donde es legítimo el tiempo y espacio necesario-propio para nombrar de manera quirúrgica lo que nos corpo-atraviesa como identidades ancladas en el constructo y socialización como cuerpo-histórico-mujer.

Ahondamos en cómo ha sido su proceso de re-articulación como cuerpo materno, desde el nacimiento de su niña en 2020 (lo que nos sumerge en los procesos de transfiguración desde la subjetividad humana de Suely Rolnik como íntimo-revoluciones que ansían la articulación de los destinos más éticos, los cuales permiten la diversidad y amplitud de subjetividades o múltiples posibilidades para el despliegue de nuestras fuerzas vivas). Teniendo presente el lugar vital/interno en el que estaba Reyes cuando nos conocimos en 2016 durante una visita a su (entonces) estudio llamado “El Búnker”. Ubicado en el Antiguo Cuscatlán (La Libertad, San Salvador). Encuentro que fue posible gracias a la investigación in situ facilitada por la beca ART TRIP 2016 de Y.ES Contemporary Art (Y.ES es una iniciativa de la Fundación Robert S. Wennett y Mario Cader-Frech).

“Herida social sobre los cuerpos reproductivos desde la naturalización de lógicas de crueldad”. ¿Cuales son las posibles tramas responsables de que continué abierta, hoy día, la herida social sobre cuerpos reproductivos? ¿Somos conocedoras de la reproducción de lógicas de crueldad sobre las crianzas no apuntaladas en macho-blancoprivilegios? -Conversación entre Paz Francés Lecumberri (Nafarroa), Consuelo García del Cid (BCN), Alba Schiaffino (Nafarroa) y Luisa Fuentes Guaza (Madrid/Murcia); en diálogo con la obra de Cristina Llanos (Madrid).

Os compartimos la versión extendida de la conversación Herida social y lógicas de crueldad publicada en diciembre 2023 en la Revista Concreta 22 Maternidad, la cual lleva por título Un sufrimiento exquisito -editada por Maite Muñoz Iglesias y Laura Vallés Vílchez. Desde aquí nuestro agradecimiento, hacia ambas, por su trabajo, rigor y precisión.

Las prácticas maternas que sostenemos hoy están condicionadas por todo un andamiaje psico-normativo que funciona dentro/fuera. Esto es, desde inercias (dentro) que nos habitan como resultado de una colonización profundamente fascista en la que se cinceló la maternidad como práctica normativa, hasta todo un andamiaje externo (fuera) que sigue reproduciendo lógicas soterradas que normalizan una cultura del castigo en la que identidades devaluadas y sistemas de hipervigilancia todavía operan en contextos democráticos.

            Abrimos la siguiente conversación entre Paz Francés Lecumberri —penalista feminista y una de las principales voces del movimiento de abolición de las cárceles hacia proyectos de justicia restaurativa—, Consuelo García del Cid —escritora, investigadora y activista, centrada en la denuncia y análisis de cómo se estructuraron los reformatorios franquistas y cómo desde tales instituciones normalizaron el robo de bebés—, Alba Schiaffino —activista y movilizadora social desde la dignificación de la monomarentalidad para la desprecarización de las maternidades estigmatizadas desde movimientos anticapitalistas en Cataluña y Nafarroa— y Luisa Fuentes Guaza, investigadora feminista independiente sobre reproducción social y moderando este intercambio.

Una vez asumidas las prácticas maternas, el fin de esta conversación coral es explorar cuáles son las tramas que posibilitan que hoy día sigamos habitando una herida social sin probabilidad de restauración y sin acceso a la politización necesaria para su reparación. Ahondar sobre: ¿Cómo restaurar la herida social después del robo de bebés, los reformatorios franquistas y la estigmatización de maternidades no normativas en el estado español?

Justicia social (¡urgente!) para las maternidades: ¿Podemos hablar ya, en este nuevo futuro de esperanza política que tenemos por delante, de un pacto social que incluya a las madres o cuerpos maternos, y resuelva las maternidades como sinónimo de pobreza, devaluación y expulsión? ¿Podemos acabar con la cultura del castigo sobre las madres que no está pertrechadas de privilegios situadas fuera de la estructura machopatersalario-clasemediera? ¿Es el momento de poner fin a la reproducción de las lógicas de crueldad neo-fascistas que continúan sobre los cuerpos maternos desmontando las inercias instaladas en el contrato social que apuntalan la maternidad-normativa-como-práctica única cincelada en la pasada dictadura? -extractos de “Justicia social para las maternidades ante el nuevo horizonte de la izquierda que suma” (El Salto Diario, junio, 2023) en diálogo con Ejercicio 2 de la serie “Gravedad” (2020) de Paloma Calle.

Nuestra intención con esta publicación es la de traer al día de hoy el análisis que publicamos en esta plataforma (junio, 2020) acerca del Ejercicio 2 de la serie Gravedad (2020) de Paloma Calle -serie que en estos tres años ha pasado por exposiciones y museos internacionales tales como Maternar MUAC-UNAM o Trabajos maternos desmontando el macho-lío-patriarcal CCE Santiago Chile, CCE La Paz, CCE Lima. Como urgencia social no resuelta, y ponerla en diálogo con extractos del texto Justicia social para las maternidades ante el nuevo horizonte de la izquierda que suma (El Salto Diario, junio, 2023) como parte de un ejercicio de esperanza política hacia lo que viene, como parte de la justicia social pendiente, con la siguiente cuestión irresoluta:

¿Qué pasa con las madres o cuerpos maternos a lo largo y ancho del Estado Español, a día de hoy, para que podamos hablar de emergencia climática, como fin del cuerpo-viviente-Tierra, como fin del cuerpo principal que sostiene nuestras vidas, y no podamos hablar de la emergencia social, como herida social urgente sin resolver, que supone que el 40% (estimación de la prevalencia de mujeres o cuerpos maternos que sufrieron algún trastorno mental durante la etapa perinatal en La Rioja según datos del INE 2019, datos que han aumentado tras la pandemia) de los cuerpos maternos atravesados por tal psico-bio-corpo-atravesamiento vayan a desarrollar un malestar significativo, trastorno psíquico en distintas escalas, depresión postparto, psicosis puerperal o TEPT (Trastorno de estrés postraumático) durante las crianzas?

«Lo que emerge con fuerza, a pesar de las violencias y las injusticias, es un imaginario colectivo que reconoce la interdependencia y da valor a los cuidados de maternaje para preservar la vida humana y del planeta. Es muy fuerte la presencia de un entramado social que existe y “resiste” a los avatares del blanco-progreso intentando organizar modos de criar y cuidar desde lógicas comunitarias» -Candelaria Santillán Palmeiro.

Converso con Candelaria Santillán Palmeiro -psicomotricista feminista, madre de dos hijas, promotora de Igualdad y de Salud Corporal e integrante de Aupas (Asociación uniendo Psicomotricidad y Artes)- sobre
Maternar desde los feminismos. Entretejiendo experiencias y propuestas de cuidado colectivo impulsado entre compas de Argentina, España, México y Perú de la Red Kuyuy -red para la articulación de tejido feminista transterritorial.

Abordamos cómo dentro de las estructuras de pensamiento del sistema blanco-paterextractivista ha ido ganando terreno la lógica de no-responsabilizarte de las otras, de los tres, de lo otro. Donde hemos ido interiorizando un individualismo corrosivo desolador que forma parte del proceso de blanqueamiento de las crianzas, pero frente a este páramo, Santillán Palmeiro, plantea apoderarnos de la salud corporal, la potencia de las corpoexperiencias en las crianzas y la máxima de “valorar lo propio, potenciar lo común”.

“Con la actual crisis sanitaria nos encontramos frente a una importante oportunidad para continuar con la lucha antipatriarcal donde nuestros cuerpos maternos son relegados a la sumisión hogareña (…) el mismo sistema no quiere que esta situación cambie, y lo que ha hecho esta pandemia es más bien alargar y, de alguna manera, obstruir cualquier tipo de rebeldía (…) dejándonos, obviamente, con poco espacio y tiempo para reflexionar y poder retomar el diálogo de una manera consciente y sostenible” -Laura Fong Prosper

Converso con la artista visual y editora, Laura Fong Prosper (Ciudad de Panamá, 1978), residente en Berlín, desde donde asume el trabajo materno y trabajo profesional bajo estas nuevas coordenadas vitales víricas. Ahondamos en el estrechamiento de posibilidades y desarrollos vitales desde crianzas en contextos primermundistas intentando que esto no suponga tener que asumir una condición vital expropiatoria, muy conocida para nuestros cuerpos mujeres de manera histórica, o lo que es lo mismo, una neoesclavitud doméstica donde asumimos ser la mano-de-obra-encerrada-gratuita del machoestado para sostener los efectos de esta crisis sanitaria.

Fong Prosper en Mater (2020) narra las cargas que se va acumulando sobre nuestros cuerpos maternos durante el desarrollo de la crianza de nuestras criaturas a partir de la formalización visual del multitasking, lo hace de manera brillante, como retrato generacional de todxs lxs que asumimos los trabajos maternos. Revelando cómo se erige como práctica que demanda psicomatéricamente la totalidad del tiempo de trabajo sin posibilidad de remuneración, sin socialización ni distribución de tales cargas (como actividad humana, ahora, endurecida por el aislamiento). Además, en la obra en colaboración con ecóloga cultural panameña, Ela Spalding, Vida (2020) abordan las profundas implicaciones políticas en los cuerpos que necesitan ser cuidados y en los cuerpos que cuidan de las distintas maneras de hacer la práctica materna cotidiana.

¿Podemos establecer estrategias públicas que se ajusten a las circunstancias reales de los cuerpos que cuidan en el Estado Español durante esta alteración vírica no pensadas desde esa lógica universalista que proyecta soluciones para un cuerpo ficticio pensando que somos todxs macho-blanco-burgueses-urbanos-asalariados que no cuidan ni hay cuidado nunca porque asumir tales trabajos te coloca un lugar desposeído de poder como actividad humana devaluada?

Aquí podéis leer el texto publicado en El Salto Diario donde se analizan las condiciones en las que estamos asumiendo los cuidados propios a las crianzas o trabajos maternos o trabajos de sostén logístico/psicoemocional de cuerpos necesitados de los cuidados para su continuidad en lo vivo en un marco de bienestar o buen vivir durante su tránsito sobre el cuerpo viviente-naturaleza, planteando si, ¿no sabemos que quienes asumen los trabajos maternos en un 50% aproximadamente no tiene sueldo, no están asalariadxs, no reciben prestaciones?

¿Podríamos aprovechar la oportunidad que se abre ante este disloque social vírico para replantear un sistema de cuidados donde se asume la responsabilidad pública del Estado sobre los mismos para buscar equivalencias al valor de todo este trabajo no remunerado que hacen los cuerpos maternos? Para equilibrar el desajuste de ser un cuerpo mujer que asume un curro tan intenso, como es el trabajo materno, sin euros a cambio y en una condiciones logísticas/familiares confusas y dependientes.

¿Podríamos asignar un valor a los recursos invertidos, es decir, a la cantidad de horas de trabajo que se destinan en el desarrollo de los trabajos maternos y así poder estimar por costo de sustitución o por costo de oportunidad cual es el valor económico de toda esta cantidad ingente de horas trabajadas que asumen los cuerpos que cuidan?

¿Es legítimo que durante todo este tsunami vírico recaiga sobre el cuerpo materno toda la suma de trabajos que en la anterior rutina eran asumidos por un sistema público de fuerzas diversas que vertebran el complejo andamiaje que sostiene a las crianzas en condiciones de bienestar? Paloma Calle en el Ejercicio 1 de la Serie “Gravedad” (mayo, 2020) nos interpela a mirar todo lo que están asumiendo nuestros cuerpos como amortiguadores del patercapitalismo/falosistema.

Paloma Calle es performer, ama de casa, disidente sexual y cuerpo sostendor de dos criaturas. Abrió en 2018 una necesaria (y urgente) propuesta sobre Familias Heterodisidentes (no heterosexuales, madres solas, otras conformaciones familiares distintas a la monogamia, familias LGTBQ y quienes se sientan apeladas por este llamado) en Intermedie/Matadero Madrid.

Dos años después, Calle, presenta aquí el Ejercicio 1 de la serie “Gravedad” donde narra de manera visual la sobrecarga de trabajos sobre nuestros cuerpos que tiene como consecuencia directa un endurecimiento de las condiciones en la que se desarrollan las crianzas. Condiciones que ya eran de opresión y devaluación antes de esta emergencia fascista (como la llama, Sarah Babiker, en Nur y la utopía) .

«El cuidado de la infancia en los hogares: un trabajo esencial e invisible durante el confinamiento». ¿Será este el momento para incorporar en las políticas públicas españolas la merecida prestación universal por menor a cargo implementada en casi la totalidad de Europa para reconocer la dimensión monetaria de los trabajos de cuidados invisibles en la cuantificación capitalista?

Aquí el texto publicado en Salto Diario donde abordo la aplicación durante esta crisis sanitaria de políticas de emergencia macho-circundantes pero no para cuerpos que cuidan y cuerpos que necesitan ser cuidados.

Renta mínima de emergencia, sí, pero los trabajos de cuidados de la infancia en el espacio doméstico de manera no externalizada, gratis.

¿Habrán sido negados los derechos fundamentales de la infancia por la devaluación por parte de las políticas públicas españolas de los trabajos de cuidados o trabajos maternos los cuales son asumidos por cuerpos «mujeres» en un 95% en el Estado Español?

¿Infancia arrasada durante esta crisis sanitaria por las políticas falopaterestado que niegan/devalúan los trabajos maternos o trabajos de cuidados por el macho-lío-patriarcal que arrastramos de no poder cuantificar de manera económica los trabajos maternos cosa también apoyada por el feminismo de la igualdad?

“Si encuentro que hay algo de esperanza en este mundo, es desde justamente las labores de cuidado –es decir, que no sólo puedo entender la maternidad en relación a la explotación y el patriarcado, y claro que el modelo Capitalista está sostenido por la invisibilización de esa labor como bien lo ha dicho Silvia Federici” -Gabriela Jauregui. “Cuando se nos pase el enfado y los falo-cuerpos entiendan y asuman su pérdida de poder/privilegio, podremos ir articulando un supuesto horizonte de equilibro entre cuerpos que asumen actividades humanas, no entre entre “padres” y “madres”, no entre “hombres” y “mujeres”, sino entre cuerpos que asumen su propia/genuina identidad de género, su propia/genuina práctica afectivo-sexual y desde ahí los Trabajos Maternos” -Luisa Fuentes Guaza.

Segunda parte de la conversación con la pensadora, escritora, poetisa y editora, Gabriela Jáuregui (Ciudad de México, 1979) la cual se incluye en el libro MM. Maternidades -edición y prólogo de Andrea Fuentes, textos de Gabriela Jáuregui, Clarisa Moura, Andrea Fuentes, Pilar Villela, Violeta Celis, Sara Schulz, Jazmina Barrera y Abril Castro (Caja de Cerillos Ediciones, México)-.

Su publicación, aquí, forma parte de las estrategias impulsadas por el Pulsador de Movilizaciones Internas sobre Trabajos Maternos (arrancado desde Futuridades Maternales y en desarrollo dentro del programa de Actividades Públicas del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de marzo a julio 2020) para ahondar/abrir y poner en circulación textos publicados sobre la dimensión política/filosófica/sociológica de la reproducción social y con ello ampliar las posibilidades críticas de tales actividades humanas (gestación/sostén y sostén).

Pulsador de Movilizaciones Internas (íntimo-revoluciones) sobre los Trabajos Maternos es una herramienta de autoindagación donde validamos la politización de lo íntimo como lugar de arranque de la revolución pacífica. Como manera de politizar al máximo nuestros sentires, experiencias biográficas y corpo-memorias.

Comenzamos el primer ejercicio del Pulsador (P1) con el diálogo/apertura del indispensable texto (al igual que otros que iremos abriendo aquí) de la pensadora feminista y académica, Carol Arcos Herrera: Feminismos latinoamericanos: deseo, cuerpo y biopolítica de lo materno (Centro de Estudios Culturales Latinoamericanos de la Universidad de Chile, Santiago, Chile) Debate Feminista 55 (2018), pp. 27-58. Actualmente docente en University of San Diego

«Me ha interesado inscribir el problema de la maternidad en el territorio biopolítico (Foucault, Agamben, Esposito, Mbembe, Preciado, entre otros y otras), pues considero capital la significación que cobra el cuerpo materno como cuerpo colectivo en nombre de una política sobre la vida en América Latina, a partir del siglo XIX**. El deseo de las mujeres se verá regulado por la ley del padre y el Estado, y estructurado en la cultura y la sociedad republicana a través del discurso materno-patriarcal. Esta discursividad acerca del cuerpo de las mujeres no se trata de una economía libidinal matricéntrica o múltiple, porque el proceso de sexuación y constitución de la subjetividad femenina está organizado mediante un poder reductor y uniformador, en torno a la reproducción heterosexual que opera como mecanismo inmunizador frente a lo que se concibe en la época como el desborde sexual tanático femenino». Carol Arcos Herrera (Página 36)